En la noches zalameñas, a todo amante del pueblo y viandante, le gusta pasear por sus calles, sentarse en sus plazoletas, hermosear el casco antiguo, perderse en sus recónditas correderas, altivar de solemnes altozanos, gustarse en una buena plática en la portezuela de nuestros hogares; pero lo más importante, podernos advertir las caras y percibir por donde andamos sin recelo a tropezarse...-“Buenas noches”...-“Eh vamos allá”….-“¿Manolo?..No te había conocido”…. Los inviernos son fríos y el Astro Rey se concibe muy arcano, es por ello, que cueste salir del calor de nuestras casas.
Pero en los últimos días la luminosidad artificial junto con la natural está cambiando.
A partir del equinoccio primaveral en adelante, todas las puestas de Sol se retrasan un minuto más tarde. Y el próximo sábado los relojes se acogerán al horario de verano. Más horas de luz solar y estío. A esta buena noticia para los amantes del tiempo libre y los paseos, hay que añadir que cuando el ocaso se consuma cada día, podremos seguir disfrutando del transitar por nuestras vías.
El Ayuntamiento muy adecuadamente, está emplazando una nueva iluminación en las calles que más lo necesitan. La Calle Hospital, la del Cuarto Centenario, Ruiz Tatay, y en otras calles céntricas, ya se ha podido comprobar el resultado. Luz blanca y de mayor potencia para las calles y luz amarilla para los monumentos y construcciones atractivas. Se proyecta cambiar, en las zonas más pobres de luminosidad, las antiguas farolas por otras nuevas de diseño más elegante y luz más blanca y potente. Los monumentos como La Iglesia, las ermitas, El Sepulcro, Museo de Interpretación Dolménica, fuentes y pilares, junto con el conjunto de palmeras en la calle Las Fuentes; se verán embellecidos por una sinuosa luz amarilla, que magnificara su fisonomía y arquitectura.
El acceso al pueblo por las tres casas, se ha dispuesto de equidistantes farolas para darle una iluminación más acorde con una entrada. Y en un futuro se baraja la posibilidad de instalar farolas en toda la travesía que une el Pilar Viejo con el conocido “Parque de Europa”.
De esta manera a todos se nos hará más ameno y apetecible pasear y transitar en las noches de nuestro pueblo sin ningún tipo de problema.
Pero en los últimos días la luminosidad artificial junto con la natural está cambiando.
A partir del equinoccio primaveral en adelante, todas las puestas de Sol se retrasan un minuto más tarde. Y el próximo sábado los relojes se acogerán al horario de verano. Más horas de luz solar y estío. A esta buena noticia para los amantes del tiempo libre y los paseos, hay que añadir que cuando el ocaso se consuma cada día, podremos seguir disfrutando del transitar por nuestras vías.
El Ayuntamiento muy adecuadamente, está emplazando una nueva iluminación en las calles que más lo necesitan. La Calle Hospital, la del Cuarto Centenario, Ruiz Tatay, y en otras calles céntricas, ya se ha podido comprobar el resultado. Luz blanca y de mayor potencia para las calles y luz amarilla para los monumentos y construcciones atractivas. Se proyecta cambiar, en las zonas más pobres de luminosidad, las antiguas farolas por otras nuevas de diseño más elegante y luz más blanca y potente. Los monumentos como La Iglesia, las ermitas, El Sepulcro, Museo de Interpretación Dolménica, fuentes y pilares, junto con el conjunto de palmeras en la calle Las Fuentes; se verán embellecidos por una sinuosa luz amarilla, que magnificara su fisonomía y arquitectura.
El acceso al pueblo por las tres casas, se ha dispuesto de equidistantes farolas para darle una iluminación más acorde con una entrada. Y en un futuro se baraja la posibilidad de instalar farolas en toda la travesía que une el Pilar Viejo con el conocido “Parque de Europa”.
De esta manera a todos se nos hará más ameno y apetecible pasear y transitar en las noches de nuestro pueblo sin ningún tipo de problema.