miércoles, 14 de enero de 2009

Jahuarzo Moruno en el Monasterio de Tentudia



El domingo 11 de enero salimos de Zalamea cuando todavía era de noche para desplazarnos hasta Arroyomolinos de León. La mañana estaba bastante fría a causa de la ola de frío que hemos padecido estos días atrás, causando alguna nevada en la Sierra.

Llegamos a Arroyomolinos sobre las 08:30 de la mañana y nos encontramos unas temperaturas de -5 grados, lo que motivó esperar un poco hasta que el Sol calentara un poquito más paras emprender la ruta.

Después de un café calentito salimos del pueblo en dirección al Monasterio. El camino, conforme subimos, se hace cada vez más empinado y pedregoso. Al avanzar podíamos ver los restos de la nevada del día anterior, con las laderas blancas y los pequeños charcos totalmente llenos de carámbanos, incluso los pilares de las huertas estaban helados. El camino no se hace monótono, y entre bajadas y subidas, nos encontramos con una gran umbría con un sendero entre grandes paredes de piedras y rodeados de enormes robles y castaños, los cuales según nos dijeron datan de una gran antigüedad y están protegidos.

Nos encontramos con varios arroyos y barrancos que en su recorrido acogen casas de campo y huertas antigüas, algunas aún en explotación con animales, sobre todo cabras y ovejas. Por un camino de piedras sueltas llegamos a Bodonales, núcleo de casas que representan una aldea abandonada. Reanudamos el camino, y tras subir un trecho empinado llegamos a la carretera, desde donde se podía ver el monasterio. Sobre 1 Km. abandonamos la carretera y emprendimos la subida hasta el monasterio, que se hizo dura por el alto desnivel y porque el camino estaba lleno de piedras sueltas. Cuando llegamos a la cúspide, situada a 1.104 metros sobre el nivel del mar, podíamos divisar parte de Extremadura y Andalucía, pues según dicen, es el punto más alto de Extremadura. Enfrente, mirando para la provincia de Huelva veíamos el “Monte Gordo”, al parecer la cota más alta de la provincia.

Después de la visita obligada al monasterio, del siglo XIII, fundado por el Maestre Pelay Pérez Correa, emprendimos el camino de vuelta para llegar de nuevo a Arroyomolinos bien entrada la tarde. 30 kilómetros de caminata, pero bien merecen la pena para disfrutar de un bonito paisaje, se lo recomendamos a todos los aficionados al senderismo.

Hasta la próxima. Epi