lunes, 6 de octubre de 2008

Ya suena la esquila en la madrugá

El Rosario de la madrugada es una escalera de mucho valor, que por ella subimos al Cielo a ver a María y a Gozar de Dios….Estos versos volvieron a escucharse ayer de madrugada en Zalamea La Real, una tradición que tuvo su primera cita de octubre en las calles del “Barrio Alto”.

La esquila, bandurrias, guitarras y violines volvieron a escucharse en la madrugada otoñal del mes de octubre, una atmosfera suntuosa y mágica recorrió su itinerario fijado que llevó a la comitiva desde el Hogar del Pensionista hasta la parte alta del pueblo. Caminata sosegada y cadenciosa para que el gentío fuera haciéndose conciencia de la importancia que tiene este tipo de actos tan arraigados en la memoria del pueblo.






Pese a que el recorrido era de los más largos, hubo una notoria presencia de personas, a significar la proclive afluencia de mujeres que en los últimos años ha decidido ser participe de la tradición y acompañar en los cánticos. En el devenir de la comitiva por las angostas callejuelas, las puertas se abren para agasajar a los caminantes con dulces y chocolate calentito. Un peregrinar de almas en la madrugada fría de otoño para buscar a la estrella emperatriz de la noche, silencio, suena la esquila, se guarda silencio, los balconcillos, portones y correderas se abren para recoger la devoción de un pueblo hecha verbo.