Las altas temperaturas que hemos padecido durante los últimos días remitirán ligeramente en las próximas horas, lo que supone bajar un escalón en el grado de alerta.
El pasado fin de semana padecimos, coincidiendo con la celebración de las Jornadas y una boda, los días más calurosos de lo que llevamos de verano; y estuvimos bajo la alerta naranja durante varios días seguidos. Fue muy frecuente, al encontrarnos con otras personas, quejarnos amargamente de el calor, y sobre todo, la sensación de bochorno que estábamos sufriendo por las noches.
El embolsamiento de aires cálidos del Norte de África, junto con la ausencia de viento han favorecido a que las temperaturas no descendieran durante todo el día, lo que propiciaba que las noches se hicieran literalmente insoportables; como ejemplo los 33 grados alcanzados el sábado a las 2:00 de la madrugada.
Ayer lunes se activó la alerta amarilla en nuestra zona, y se espera que en las próximas horas se desactive el control de alarmas con el descenso térmico anunciado desde hoy, que aunque muy leve proseguirá en el día de mañana cuando empiece a entrar poniente desde el Océano Atlántico.