Con el grito de ¡”A por ellos”!, en los amantes del fútbol ha surgido el entusiasmo y la euforia por los colores nacionales. Nadie se podía esperar un arranque de campeonato como el que ha tenido hoy el combinado de Luis Aragonés. Estos días en el trabajo y en las tertulias de los bares, eran pocos los zalameños que mostraban esperanzas por divertirse con el juego de la selección, y pesaba una cierta desazón heredada de acontecimientos anteriores, en los que nuestro equipo nacional había quemado todo atisbo de esperanza.
Para sorpresa de todos, España, en el día de hoy, ha desplegado el mejor fútbol que se ha producido hasta ahora en el mundial de Alemania. Un rejuvenecido plantel lleno de entusiasmo y calidad, nos ha hecho vibrar en la hora de la siesta, haciéndonos despertar del pesimismo y la apatía por unos colores.
No vayamos a caer en la euforia desmedida, muy típica de nuestra idiosincrasia en todos los aspectos de nuestra vida, aún queda todo el campeonato por delante y queda mucha tela por cortar, con grandes selecciones que estarán peleando con todo su potencial por la conquista de la preciada copa. Pero quien le quita hoy a este grupo de pequeños zalameños el entusiasmo por derrotar a la selección de Brasil, que como el combinado nacional, plagado de juventud en sus filas, gritan el conocido ¡”A por ellos”! con toda la valentía del mundo. Pensemos que corren nuevos aires, y como en el automovilismo o el tenis, nuestro fútbol desplegará todo el potencial que se merece.
Esperemos que en esos días la alegría de esta chavalería siga en aumento y que por nuestras calles se vuelva a escuchar el conocido grito.
No vayamos a caer en la euforia desmedida, muy típica de nuestra idiosincrasia en todos los aspectos de nuestra vida, aún queda todo el campeonato por delante y queda mucha tela por cortar, con grandes selecciones que estarán peleando con todo su potencial por la conquista de la preciada copa. Pero quien le quita hoy a este grupo de pequeños zalameños el entusiasmo por derrotar a la selección de Brasil, que como el combinado nacional, plagado de juventud en sus filas, gritan el conocido ¡”A por ellos”! con toda la valentía del mundo. Pensemos que corren nuevos aires, y como en el automovilismo o el tenis, nuestro fútbol desplegará todo el potencial que se merece.
Esperemos que en esos días la alegría de esta chavalería siga en aumento y que por nuestras calles se vuelva a escuchar el conocido grito.