La Gastronómica celebra sus dos últimos almuerzos en El Romerito rodeado de familiares y amigos. En febrero se realizó una caldereta de cerdo, y al término, un ritual para ahuyentar los malos espíritus elaborando una autentica queimada con orujo. Para abrir la primavera, los socios/as de la asociación disfrutaron de una gran paella el pasado sábado en una parcela de la finca.
Como viene siendo habitual, la Gastronómica se reúne para celebrar sus eventos el último fin de semana de cada mes; caracterizados por el buen ambiente que se respira en esta asociación de reciente creación. Socios/as y familiares se unen cada mes para disfrutar de buena compañía y para compartir una afición culinaria que va más allá del simple hecho de elaborar comidas.
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Para concluir con la “matanza de enero”, el plato principal del mes de febrero fue una rica caldereta de cerdo elaborada a fuego lento y con todo tipo de ingredientes. Una exquisitez que hizo las delicias de los comensales/as que se dieron cita en la casa de Manolo y Aurora en un día soleado y con temperaturas primaverales. En el transcurso del día se realizó un concurso de postres caseros, y el ganador, tras una difícil deliberación del jurado, fue Epi con “Capricho Bético” el vencedor del concurso. Para terminar la jornada, y con una tremenda expectación, Francisco Javier Agudo elaboró una queimada con orujo para realizar el ritual con el que se ahuyentan las meigas y malos espíritus.
Para dar la bienvenida a la primavera, este sábado los miembros de la asociación se unieron en una parcela del El Romerito para realizar una gran paella.
El ambiente estuvo marcado por la llegada de esta estación festiva en cuento a celebraciones, y tras el almuerzo se le dio paso al baile y el cante.