Definitivamente no es un día como los demás, la naturaleza, el hombre y las estrellas se disponen a celebrar una fiesta, cargada de gran poder y magia. Hadas y deidades de la naturaleza andan sueltos por los campos; los agricultores dan gracias por el verano, las cosechas, las frutas y por disponer de más horas para cumplir con sus tareas y entregarse a la diversión. También es el momento justo para pedir por la fecundidad de la tierra y de los mismos hombres; además se debe comenzar a almacenar alimentos para pasar el otoño y el invierno.
Los científicos dicen que la luna se verá más grande y brillante esta noche en el horizonte debido a una ilusión óptica propia del solsticio de verano. El espejismo lunar es una ilusión óptica bien conocida: cuando la luna está baja parece mucho más grande que su tamaño real. Pero la luna no cambia de tamaño, sigue teniendo las mismas dimensiones (0.5 grados de ancho) a pesar de su posición en el firmamento. Son nuestra vista y cerebro los que nos engañan, según señalan los expertos.
Al parecer, nuestro cerebro considera que los objetos situados en el horizonte están más lejos que los situados sobre nuestras cabezas. Pero alejados de las explicaciones científicas, se sitúa nuestro corazón, órgano vital que nos inunda de emociones y nos revela otro punto de vista más afín a nuestra existencia…la vida.
La celebración de San Juan conlleva la exaltación de esta época, donde las celebraciones se suceden para pregonar la alegría de un pueblo y su gente.