martes, 13 de mayo de 2008

Zalameño presumío, que te vas al Romerito más a gusto que al Rocío

La Pastora regresó al pueblo montada en su carreta en una tarde soleada y con una entrada apoteósica en su barrio. Tanto la entrada como el interior de la Ermita de la calle San Juan registraron una gran afluencia de público.

Aunque cansados, los miembro
s de la Hermandad reflejaban felicidad por el trascurso de la Romería y por la intensa Puja del domingo, donde se proclamó Manuel Serrano como Mayordomo 2009.

El Romerito se vive en Zalamea de una manera muy especial por los zalameños/as y los visitantes que cada año comparten experiencia en la finca. Unas jornadas que sirven para desinhibirse dentro de un marco festivo y alegre. Es un momento esperado y ansiado, que nos dejan instantes únicos para vivirlos dentro de la coexistencia social y necesaria para un pueblo y su gente.

El Romerito 2008 arrancó de una forma accidentada, ya que a pocos días de comenzar, la Hermandad anunció que los Mayordomos habían sido destituidos de su cargo por ciertas injerencias en las obligaciones a las que estaban sometidos por la ostentación del cargo que representaban. El enrarecimiento que suponía esta decisión se contagió en el pueblo de una forma absoluta, ya que la presencia de unos mayordomos, dependiendo de las personas, reactiva considerablemente el transcurso de los actos y son la imagen viva del sentimiento de un pueblo por sus tradiciones. Así ayer, la imagen de los nuevos Mayordomos flanqueados por los miembros de la Hermandad suponía un acontecimiento más que alentador para el futuro de la fiesta. Las caras del Presidente de la Hermandad, así como las del resto de la comitiva lo reflejaban abiertamente.

La Romería 2008 ha transcurrido con total normalidad, salvo los impedimentos que produjo la lluvia en la salida del viernes, donde la Pastora tuvo que trasladarse en un camión hasta la finca y donde la peregrinación estuvo rodeada de cierto desconcierto. El tiempo ha estado algo revuelto, y como ya anunciamos desde este diario, los claros se han alternado con nubes compactas que, en ocasiones, han descargado chaparrones intensos. Este año hay que significar la presencia masiva de vehículos dentro de la finca, cosa que ha entorpecido de sobremanera el desfile de los caballistas y carruajes. Habría que estudiar la manera de solucionar este problema que, cada año que pasa, se está acrecentando y convierte la finca en un caos circulatorio de personas, vehículos y animales.


Una vez en la finca, los romeros/as han vivido su particular fiesta rodeado de amigos y familiares en las casas, casetas y acampadas. Las jornadas se han desarrollado, como es costumbre, desde el mediodía en adelante con las reuniones repletas de invitados en torno al almuerzo que, en ocasiones, se han prolongado hasta bien entrada la tarde con un cariz bullicioso y alegre. Las tardes en el Romerito dibujan una pintura costumbrista llena de luz y hermosura, la primavera adorna los campos y plasma estampas bellas al atardecer cuando se realiza por la finca el “paseo de caballos”. Las paradas se suceden en el transcurrir por las casas, y los huéspedes son invitados a subirse en los carruajes tirados por mulos. Es muy frecuente, a esta hora también, ver a los papás agotados tras tirar durante horas del cabresto de un burro con el hijo, el primo y el amigo montado en la grupa. Tardes largas que vienen a reflejar otro asunto peliagudo que debería ser tratado, tras largas horas de trasiego los animales se muestran fatigados, especialmente los mulos que tiran de los carros y los burros alquilados, ya que su trabajo es contentar al mayor número de personas posibles. Los latigazos son frecuentes cuando el animal no puede subir los repechos y el maltrato queda patente cuando se insiste de forma abusiva del atosigamiento, incluso hasta altas horas de la madrugada. Para los próximos años deberían vigilar estos comportamientos con los animales dentro de la finca.

Al anochecer las candelas alumbran la parte alta de la finca y entorno a ellas, esencia pura del Romerito, aparece el cante y el baile. Momento mágico que con el tiempo se está perdiendo por la proliferación de las casas, y ahora de las “casetas de feria”. Este año tuvo especial énfasis la celebración el sábado del Santo Rosario por los carriles de la finca. Primero por la alta participación y segundo por el respeto con el que se celebró el acto. Hay que significar, que al paso de la comitiva por la “Casa de la Fina” se entonó, acompañado de los instrumentos de cuerda, las coplas de El Rosario, que este grupo de zalameños cantan en el mes de octubre por las calles del pueblo. Momento emotivo que fue seguido con mucho interés por las personas que se congregaron junto a la casa. Al finalizar el recorrido junto a la Ermita, los romeros/as disfrutaron del cante y el baile junto a una candela dispuesta por al Hermandad junto a la Virgen.

El domingo amaneció con los albores de la Misa Romera junto a la Ermita, acto al que asisten cada año representaciones de las distintas Hermandades de la Comarca. La liturgia fue oficiada por D. Manuel Cirilo desde el Altar que se coloca en el pórtico de la Ermita. En la Misa intervinieron el coro rociero de la Zarza “Flor de Jara” y el grupo de baile que dirige Mª Teresa, con las Sevillanas Pardas y el Fandango Zalameño. Colorido y vistosidad en una mañana soleada para plasmar una joya de la cultura zalameña. Al finalizar la misa con el Fandango, la fiesta mariana continuó en la “Casa Hermandad”, donde la Junta de Gobierno había dispuesto de unos aperitivos para los participantes y las distintas Hermandades que se habían desplazado hasta la finca. Allí nos pudimos enterar que la Hermandad de la Cruz de El Buitrón quieren, el próximo año, hacer el camino de peregrinación para acompañar a la Pastora el viernes de salida; a su disposición, según hemos podido saber, se le pondría una caseta para que pasaran el fin de semana. Iniciativa que, de confirmarse, supondría un soplo de aire fresco a la romería y daría auge al camino. La participación de las aldeas tiene su verdadera importancia, y hay cosas que, desde hace unos años, se deberían de cuidar por el bien de la fiesta y la convivencia.
Una de las buenas noticias que ha tenido el Romerito 2008 ha sido la vuelta de las pujas de antaño, cuando los zalameños ponían todo su empeño para alcanzar la preciada mayordomía. Tras un año triste y oscuro, la Hermandad ha respirado abiertamente para acoger su nuevo Mayordomo. La Puja de este año estaba precedida de cierta expectación, debido a los acontecimientos del año pasado. Junto a la Ermita, y hay que recalcarlo porque el lugar es mucho más alegre que el interior de la “Casa Hermandad”, se congregaron una gran multitud de curiosos para discernir, con expectación, quien sería el Mayordomo del año que viene. Desde el escenario se anunció la puja para la Medalla que la Divina Pastora había llevado durante la romería. Finalmente se la llevó Francisco Gil que llegó a pujar 60.000 pesetas (la puja se sigue haciendo con la antigua moneda). El plato fuerte llegó después con la Puja del Mayordomo para la Romería 2009. Tras una ferviente disputa entre Sancho y Manuel Serrano; la contienda se discernió a favor del que más empeño puso. El ambiente fue creciendo a mediada que ascendía el desembolso de los pujantes. La Puja se decantó a favor de Manuel Serrano con un desembolso de 310.000 pesetas. Cifra que viene a proclamar una de las pujas más altas de la historia del Romerito; aunque apuntaban que un año ofrecieron alrededor de las 400.000 pesetas. La alegría de Manuel serrano quedó patente y así se lo hizo saber al pueblo desde el escenario de la Cruz. La satisfacción también quedó reflejada en el Presidente de la Hermandad y sus miembros.

El camino de vuelta vino a significar el acierto que se ha tenido con la Carreta de la Pastora, ya que la Virgen no sufre en el traslado y se evitan los problemas que suponían cogerla en hombros por el nuevo recorrido. La entrada al pueblo fue seguida por muchos zalameños/as que se agolpaban en el cruce de la Carretera de Calañas. La entrada en su barrio y la Ermita fue seguida con gran exaltación y el interior del templo estuvo repleto de fieles. Así finalizó El Romerito 2008, con un séquito de niños/as del pueblo, iniciativa de José Antonio Lemos, acompañando a la Pastora en su entrada.