viernes, 16 de mayo de 2008

Un legado oculto

En el día de ayer se dieron por finalizados los trabajos que se estaban llevando a cabo en la calle IV Centenario. Dos meses de trabajo para acondicionar el tramo que en Semana Santa se hundió a la altura del Ruiz Tatay aproximadamente.


El proceso de la obras han dejado momentos para poder tomar fotos tan curiosas como las que aparecen en el artículo. La calle IV Centenario tiene bajo su piso una gran bóveda que la recorre en toda su longitud. De construcción romana, su misión es recoger el agua proveniente del alcantarillado y desembocarla en el Pilar del Fresno, junto al bar Banda. Una construcción que, en parte, es pieza del legado histórico de Zalamea la Real, y que gracias a las obras hemos podido contemplarla y fotografiarla. Un río que se hace sentir cuando lleva su caudal a tope y dota a la calle de gran humedad, incluso en ocasiones de una ligera neblina en invierno.