La multinacional EMED Mining Public Limited, empresa matriz de EMED Tartessus que posee la mayoría de las acciones de la Mina de Riotinto y que ha solicitado la reapertura de la línea de cobre en la milenaria explotación, celebrará su junta general de accionistas anual en la localidad de la Cuenca Minera de Huelva el próximo miércoles, 4 de junio.
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Según informó la empresa en un comunicado, a la junta, que el pasado año se celebró en Eslovaquia, asistirán accionistas provenientes del país de origen de la empresa, Chipre, así como de otros países como Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos, y la totalidad de los directivos de EMED Mining, en sus diferentes proyectos europeos en Chipre, Eslovaquia, Georgia y España.
La junta, que aprobará la gestión del año pasado y los planes de futuro de la empresa, estará presidida por el presidente de EMED Mining, el australiano Ronnie Beevor, y el Consejero Delegado de la misma, el chipriota Harry Agnasnostaras-Adams. Representando a la filial española, EMED Tartessus, estarán su presidente, Guillermo Gutiérrez, y el futuro consejero delegado, Bill Enrico, que se ha trasladado desde Guatemala a Riotinto para dirigir 'in situ' esta explotación.
La multinacional EMED Mining Public Limited ha invertido ya seis millones de euros en la recuperación de esta actividad, proyecto que aparece como el más importante de la empresa en su memoria de actividades de 2007 y para el que en el pasado mes de enero se iniciaron los trámites para la obtención de todos los permisos necesarios ante la Delegación de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta en Huelva.
La empresa confía, por su parte, en que las autorizaciones estén concedidas en este año 2008, con el objetivo de que la actividad en las instalaciones previa a la extracción de mineral pueda comenzar a finales de esta anualidad y a comienzos de la siguiente.
El proyecto de reapertura de la mina tiene una expectativa de mantenimiento a largo plazo, generando ingresos por exportación para Andalucía de 150 millones de euros por año, ya que el reinicio de esta actividad es 'económicamente sólido y técnicamente viable', según la empresa.
Hasta el momento, EMED Tartessus ha invertido en las instalaciones 3,5 millones de euros, con la previsión de destinar 100 millones más para los tres próximos años, lo que supondrá una contratación inicial de 300 personas, que alcanzaría las 450 con la plena actividad minera.
La iniciativa del grupo chipriota prevé, con reservas de mineral de cobre de 450.000 toneladas, un mínimo de diez años de producción en un promedio de 40.000 toneladas de cobre por año. Además, los recursos de 1,4 millones de toneladas de mineral de cobre, garantizarán de diez a 20 años de actividad minera.
La junta, que aprobará la gestión del año pasado y los planes de futuro de la empresa, estará presidida por el presidente de EMED Mining, el australiano Ronnie Beevor, y el Consejero Delegado de la misma, el chipriota Harry Agnasnostaras-Adams. Representando a la filial española, EMED Tartessus, estarán su presidente, Guillermo Gutiérrez, y el futuro consejero delegado, Bill Enrico, que se ha trasladado desde Guatemala a Riotinto para dirigir 'in situ' esta explotación.
La multinacional EMED Mining Public Limited ha invertido ya seis millones de euros en la recuperación de esta actividad, proyecto que aparece como el más importante de la empresa en su memoria de actividades de 2007 y para el que en el pasado mes de enero se iniciaron los trámites para la obtención de todos los permisos necesarios ante la Delegación de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta en Huelva.
La empresa confía, por su parte, en que las autorizaciones estén concedidas en este año 2008, con el objetivo de que la actividad en las instalaciones previa a la extracción de mineral pueda comenzar a finales de esta anualidad y a comienzos de la siguiente.
El proyecto de reapertura de la mina tiene una expectativa de mantenimiento a largo plazo, generando ingresos por exportación para Andalucía de 150 millones de euros por año, ya que el reinicio de esta actividad es 'económicamente sólido y técnicamente viable', según la empresa.
Hasta el momento, EMED Tartessus ha invertido en las instalaciones 3,5 millones de euros, con la previsión de destinar 100 millones más para los tres próximos años, lo que supondrá una contratación inicial de 300 personas, que alcanzaría las 450 con la plena actividad minera.
La iniciativa del grupo chipriota prevé, con reservas de mineral de cobre de 450.000 toneladas, un mínimo de diez años de producción en un promedio de 40.000 toneladas de cobre por año. Además, los recursos de 1,4 millones de toneladas de mineral de cobre, garantizarán de diez a 20 años de actividad minera.