miércoles, 2 de noviembre de 2011

Emed garantiza respuesta "con brevedad y solvencia" a requerimientos de la Junta

El consejero delegado de EMED Mining, Harry Anagnostaras, ha asegurado que la compañía responderá "con máxima celeridad y solvencia" a los requerimientos realizados por la Junta de Andalucía al proyecto presentado el pasado 30 de septiembre para la reapertura de las minas de cobre de Riotinto.

Anagnostaras, a través de un comunicado, ha asegurado que "es alentador comprobar la voluntad de la Junta de Andalucía de conseguir la reapertura dentro de 2012", por ello, ha insistido en que se responderá "a la mayor brevedad a todas las cuestiones".

Asimismo, ha agradecido el apoyo de todas las instituciones, grupos políticos, agentes sociales y ciudadanos de la Cuenca Minera y ha expresado su deseo de que "la ansiada reapertura sea un hecho lo antes posible".

Los principales aspectos a cubrir en esta nueva tanda de documentos tienen que ver, fundamentalmente, con la gestión del agua y de los depósitos de estériles, tanto en sus condiciones de seguridad y operación, como en los planes de restauración post-clausura, según ha indicado la compañía.

La empresa considera que "no existen condiciones nuevas o de especial dificultad para su cumplimiento" y entiende, además, que no afecta al calendario públicamente anunciado por las autoridades, que definía el tercer trimestre de 2012 como fecha clave para la reapertura.

Anagnostaras ha recordado que para cumplir con estas previsiones la empresa necesitaría obtener la autorización administrativa de la transmisión de los derechos mineros, condición "imprescindible" para tener la capacidad legal de realizar sondeos y otro tipo de actividades de inspección y planificación necesarias para poder completar el Proyecto de Explotación definitiva, tanto en sus terrenos como en terrenos de terceros que forman parte del proyecto y sobre los que la Administración ya ha otorgado responsabilidad a Emed.

A la recepción de dicha autorización, EMED pondría en marcha una serie de actividades que en los picos más altos de la fase de construcción implicarían hasta 1.200 personas empleadas.