El miembro de Ecologistas en Acción y portavoz de la Plataforma Anti Vertedero de Nerva Juan Romero aplaude que Befesa, que gestiona el Centro de Gestión de Residuos Industriales de Nerva, “reconozca” la existencia de manchas amarillas en el río Tinto y pidió a la Consejería de Medio Ambiente que “tome nota, abra una investigación y aplique las sanciones correspondientes”. Romero considera “interesante” que Befesa “se preocupe por estas manchas”, pues, según dijo, con ello “está reconociendo que se ha producido un vertido descontrolado e indiscriminado”, aunque mostró su “sorpresa” por que no sean las autoridades competentes “las que investiguen y sancionen este tipo de actuaciones”.
”La única realidad es que el río Tinto está sufriendo vertidos”, según prosiguió el miembro ecologista, que indicó que “nos da igual que estos vertidos se produzcan por la falta de depuración de las aguas fecales de Minas de Riotinto y Nerva o por los vertidos de otras industrias como el vertedero de Nerva”.
Asimismo, reiteró que el río Tinto “está recibiendo aguas contaminadas procedentes del vertedero de Nerva a través de sus canales perimetrales”, al mismo tiempo que puso de manifiesto que Befesa “ha sido denunciada en reiteradas ocasiones por su mala gestión y control de los residuos”.
En este sentido, y tras poner como ejemplo que los camiones que cargan y descargan en el vertedero “producen derrames y nubes de polvo que afectan al medio ambiente y a la salud de las personas”, Romero criticó que el vertedero “se ha convertido en un gran agujero donde se entierran y mezclan residuos, como los vertederos a la antigua usanza”.
Y es que el Centro de Gestión de Residuos Industriales de Nerva (Huelva), gestionado por Befesa, descartó que las manchas amarillas detectadas en el río Tinto el pasado 14 de abril, y denunciadas por Ecologistas en Acción de Huelva, procedan de sus instalaciones.
Fuentes de Befesa informaron de que técnicos del centro han efectuado una “exhaustiva” inspección visual del río en el tramo que afecta al complejo industrial y han descartado “por completo” que se haya producido ninguna fuga o derrame de los canales perimetrales que recogen el agua de la lluvia.
