miércoles, 22 de noviembre de 2006

Finalización del Taller de Empleo "La Estación"

El pasado lunes concluyó El Taller de EmpleoLa Estación”, donde, desde hace un año, se han venido haciendo obras encaminadas en la restauración de la antigua estación de tren, que se encontraba en un estado lamentable. 30 alumnos, divididos en dos módulos, uno de albañilería con 15 personas y otras 15 en el módulo de mantenimiento.
Una primera fase fue encaminada a la demolición de las partes más dañadas del edificio, para posteriormente edificar la cimentación sobre la que se tenía que replantear la nueva fisonomía interior. Dotándola de salas comunicadas, servicios, cocina y habitaciones. Una de las obras, más relevantes que se han llevado a cabo, ha sido la reconstrucción total del tejado, así como la instalación completa de electricidad y fontanería. Las zerchas antiguas de madera se han sustituido por vigas de hormigón forjado y la techumbre se ha revestido, en su totalidad, con tejas de nuevo diseño. Una de las consignas establecidas desde un principio, era respetar la singular fisonomía que caracterizaba a la antigua estación, con su peculiar aire ingles, y todos los trabajos exteriores han ido encauzados por ese camino. Los tramos exteriores que presentaban un mal estado, fueron picados y enfoscados. Los ladrillos vistos que decoran los remates del edificio se han pintado con un tinte cálido, para exaltar, en cierta manera, junto con el blanco de las fachadas, el atractivo de la Estación Nueva. La finalidad de la construcción es destinar el uso de la antigua estación como un hotel rural, que sirva, además, de hospedaje, como restaurante y cafetería.
La planta baja se ha destinado, con una sala principal, a restaurante-cafetería y otra estancia donde iría situada la cocina. Dejando la segunda planta con tres habitaciones con cuartos de aseos individualizados. La finalización de la obra no ha sido completada en su totalidad, la cocina como los exteriores del edificio no han podido ser consumados. Se rumorea que el Ayuntamiento zalameño terminará la obra con la ayuda de Diputación, que destinará 100.000€ para la causa.
El Lunes 20 tuvo lugar en El Salón Ruiz Tatay la entrega de diplomas a los alumnos-trabajadores por sus trabajos y cursos realizados a lo largo del año. Marcos Toti, alcalde de Zalamea; Juan Márquez, delegado de empleo en la provincia de Huelva; junto con Emilio, director del Taller de Empleo, dieron los discurso oportunos de clausura en el teatro y posteriormente se proyectó un audiovisual donde se recogían los trabajos realizados por los alumnos. Con el descubrimiento de una placa en la misma estación, se dio por zanjado el programa de actuaciones en el taller de empleo.
A continuación adjuntamos a la información, el discurso que un alumno del taller pronunció en el teatro como acto de clausura.

¡A TODA MAQUINA!

Todo comenzó una impávida mañana del mes de noviembre. se congregaron inexplorados vecinos de distinta índole y condición. Dábamos una ojeada a los semblantes, que nos resultaban conocidos, pero a la vez distantes. En ellos se reflejaban frialdad y cierta inquietud ante lo desconocido. De vista, de apariencia, por vínculo; alguna idea se podía adquirir de tan dispar congregación, pero nadie podía averiguar con exactitud, y tan prematuramente, el perfil de talantes con el que se iba ha convivir en el transcurrir de los días.
Señoras afanosas, dispuestas a seguir atajando con fuerza las riendas de la vida. Lozanos y lozanas requiriendo una coyuntura en su tierra. Desafortunados enganchándose a una nueva ocasión. Pobres de espíritu y de estrella, pidiendo una
oportunidad a la sociedad que los disipa. En definitiva, un desfile de anónimos que tenían mucho que expender.
Paradójicamente nos fuimos a una estación a coger ese tren tan célebre. El último tren hace muchos años que se difuminó en nuestra maltrecha economía. Años de bonanza y esplendor en una sociedad que vivía una trama de anunciada caducidad. Herederos de un cofre expoliado y extirpado, víctimas de una desafortunada gestión, que nos ha traído estos lodos.
La ilusión nos hizo olvidar esta utópica metáfora. Con trabajo y tesón nos enfrentamos a nuestra cruda realidad, dispuestos a cambiar el destino del olvidado edificio. Cada uno en nuestro interior llevamos una pequeña estación de tren, y con este afán nos pusimos todos a una para conseguir hacer partir nuestro destino.
Las sombras se fueron convirtiendo en rostros y cada una de ellas empezó a irradiar luz propia. Como conformes maquinistas, empezamos a quemar carbón para coger velocidad en el arranque. ¡A TODA MAQUINA! Entrelazando nuestras experiencias y conocimientos, nos cogimos de la mano para embarcarnos en tan excitante aventura.
Como piratas en un mar hostil, siempre surgen momentos de desazón y decaimiento, pero ahí surge el compañero para levantar el ánimo en los momentos que puedan plantear algún tipo de duda.
Nuestra Cuenca parece decidida a no cambiar. Asentada sobre un inmovilismo que afecta a todas las estructuras. Nuestros pueblos avanzan a velocidad de crucero hacia una preocupante parálisis, y nada ni nadie parecen poner soluciones a tan infame destino.
Por ello me envanezco y se me llena la boca al relatar la experiencia de este grupo de trabajadores de mi pueblo, que recibiendo tan poco consiguen dar todo.

A mis compañeros……

Alumno trabajador (modulo de albañilería) del Taller de Empleo “La Estación”