El pasado martes recibimos amablemente la visita de una vecina. Desesperada por su situación, nos pidió ayuda y nosotros le ofrecimos todo lo que estaba en nuestras manos, un artículo, un simple escrito con el que poder intentar llegar a los zalameños.
Su nombre es Josefa A. Cera Vázquez “Pepa”, a sus cuarenta y ocho años se encuentra en una cruda situación. A mediados del pasado mes de marzo tuvo que abandonar su casa en la calle Ruiz Tatay nº 23 por encontrarse en ruinas. Dicha casa es propiedad del ayuntamiento de nuestra localidad y al igual que a otros vecinos en su misma situación, se la dejaron para poder vivir allí con sus tres hijos. Al encontrarse ésta en tan mal estado, le explicaron que debía salir de allí mientras se reparaba, prometiendo arreglarla en ocho o nueve meses, pero desgraciadamente, a día de hoy, aún no se encuentra reparada, aunque ella nos aclara “ estoy segura de que me la arreglarán, por eso sigo pagando agua, luz y basura, pero no lo está todavía y tengo que vivir mientras donde sea”
Nos cuenta que después de abandonar esta vivienda, estuvo los tres primeros meses en la casa del padre de su hijo Fermín. Más tarde, fue la casa de su hermana, la que le dio cobijo, hasta el día de San Juan, momento en el que le ofrecieron una casa en El Romerito donde estuvo otros tres meses más. A primeros de Octubre vuelve de nuevo a Zalamea , a la casa del padre de su hijo y desde entonces sigue buscando una casa de alquiler para poder estar con sus hijos tranquila... “lo único que quiero es que me entienda la gente, y que me proporcionen una casa de alquiler. No la quiero regalada, aún puedo trabajar donde sea y tengo el respaldo de mucha gente como Manos unidas, Caritas o el propio Ayuntamiento”... “he perdido el miedo a todo, no me quiero ir de aquí por mis hijos , sino me iría con la manta a otro lado”
Le ofrecieron la casa de ermitaño en San Vicente y por miedo a que no le rehabilitaran su casa antigua dijo que solo la iba a necesitar durante unos meses, decidiendo la hermandad cederla a otra familia. ...“Yo soy una persona humana, que trabajo como todas y creo que debo de tener derecho a una vivienda, y quiero que ante una situación de este tipo, me traten igual”
Pepa sigue buscando casa en estos meses. Sin embargo la situación parece complicada y no consigue encontrar una vivienda de alquiler,” me dicen que la gente las estropea, pero yo no quiero estropear nada, sólo deseo vivir en ella, tratándola como si fuera mía”
Desearíamos poder hacer más, pero desgraciadamente no está en nuestras manos. Solo nos queda contar estos hechos y esperar que la buena fe de este pueblo que ha ayudado a tanta gente, como por ejemplo a nuestros vecinos de El Berrocal en el incendio, ayuden también a una vecina que lo único que desea es estar con sus tres hijos en su casa en Zalamea.
Su nombre es Josefa A. Cera Vázquez “Pepa”, a sus cuarenta y ocho años se encuentra en una cruda situación. A mediados del pasado mes de marzo tuvo que abandonar su casa en la calle Ruiz Tatay nº 23 por encontrarse en ruinas. Dicha casa es propiedad del ayuntamiento de nuestra localidad y al igual que a otros vecinos en su misma situación, se la dejaron para poder vivir allí con sus tres hijos. Al encontrarse ésta en tan mal estado, le explicaron que debía salir de allí mientras se reparaba, prometiendo arreglarla en ocho o nueve meses, pero desgraciadamente, a día de hoy, aún no se encuentra reparada, aunque ella nos aclara “ estoy segura de que me la arreglarán, por eso sigo pagando agua, luz y basura, pero no lo está todavía y tengo que vivir mientras donde sea”
Nos cuenta que después de abandonar esta vivienda, estuvo los tres primeros meses en la casa del padre de su hijo Fermín. Más tarde, fue la casa de su hermana, la que le dio cobijo, hasta el día de San Juan, momento en el que le ofrecieron una casa en El Romerito donde estuvo otros tres meses más. A primeros de Octubre vuelve de nuevo a Zalamea , a la casa del padre de su hijo y desde entonces sigue buscando una casa de alquiler para poder estar con sus hijos tranquila... “lo único que quiero es que me entienda la gente, y que me proporcionen una casa de alquiler. No la quiero regalada, aún puedo trabajar donde sea y tengo el respaldo de mucha gente como Manos unidas, Caritas o el propio Ayuntamiento”... “he perdido el miedo a todo, no me quiero ir de aquí por mis hijos , sino me iría con la manta a otro lado”
Le ofrecieron la casa de ermitaño en San Vicente y por miedo a que no le rehabilitaran su casa antigua dijo que solo la iba a necesitar durante unos meses, decidiendo la hermandad cederla a otra familia. ...“Yo soy una persona humana, que trabajo como todas y creo que debo de tener derecho a una vivienda, y quiero que ante una situación de este tipo, me traten igual”
Pepa sigue buscando casa en estos meses. Sin embargo la situación parece complicada y no consigue encontrar una vivienda de alquiler,” me dicen que la gente las estropea, pero yo no quiero estropear nada, sólo deseo vivir en ella, tratándola como si fuera mía”
Desearíamos poder hacer más, pero desgraciadamente no está en nuestras manos. Solo nos queda contar estos hechos y esperar que la buena fe de este pueblo que ha ayudado a tanta gente, como por ejemplo a nuestros vecinos de El Berrocal en el incendio, ayuden también a una vecina que lo único que desea es estar con sus tres hijos en su casa en Zalamea.