jueves, 2 de abril de 2015

El Milagro de Nuestra Semana Santa

Me dice un buen amigo mío que nuestra Semana Santa está repleta de milagros,  ayer surgió de nuevo y se hizo el milagro.  Sin duda será un Miércoles Santo que pasará a la Historia, porque los hombres impulsados por la Gracia Divina fabricaron una tarde llena de mensajes y de símbolos que fundamentan la base y la esencia de nuestra Semana Mayor.   Ayer tarde sin duda, se solidificó el concepto de HERMANDAD, pues realmente los detalles que fueron apareciendo en el transcurso de la misma, dieron pie a ello.  

Un pueblo expectante que deseoso quería que María se hiciera presente en sus calles.  Respetuoso aguantó en las puertas del templo con la incertidumbre y el desconsuelo que se intensificó al observar que las puertas del templo se cerraban y Nuestra Madre no las había atravesado aún.    A partir de ese momento comenzaron a brotar sensaciones y sentimientos difíciles de describir.  Se vivieron instantes muy duros, tuvimos que tomar decisiones urgentes y dolorosas pero necesarias.  Pero ayer tarde el corazón pudo a la razón.  ¿Qué lo hizo posible?,  unos dirán que el amor propio, otros que la pasión, la fe y el amor hacia lo nuestro y hacia esa Virgen Dolorosa que es amparo y consuelo del desvalido, y que al igual que nosotros acudimos a Ella desconsolados en ocasiones, ayer necesariamente teníamos que agradecer todo lo que por nosotros hace, y es nuestra forma de agradecerlo, de mostrarte nuestra gratitud eterna, sacando fuerzas de donde no las hay y haciendo que el alma y la pasión enmudezcan los sentidos y a la vez den sentido a todo.  

Se hizo presente la unión entre costaleros, costaleros antiguos y gentes que jamás habían cargado un paso sobre su cérvix aparecieron en el templo dispuestos a darlo todo por su hermandad, por su pueblo, convencidos de que bajo ninguno de los conceptos María se podía quedar dentro. 
Nuestro mensaje no puede ser otro que de gratitud y respeto hacia esas dos cuadrillas que ayer hicieron hermandad.  Nuestro pueblo fue testigo del solemne caminar de Nuestro Padre Jesús Cautivo acompañado por su Madre María Santísima de los Dolores, 2 pasos impulsados por un solo corazón.  Y se hizo el milagro. 

Todo el recorrido procesional fue especial, el pueblo arropando a sus costaleros, agradeciendo con aplausos, con gestos de cariño, y con su presencia, el esfuerzo desbordante surgido desde el costal. Muchas personas anónimas que dieron su apoyo y que también pusieron su grano de arena para ayudar a  hacer realidad lo que estaba sucediendo.   Y poco a poco la cofradía llegó al templo.  Y Nuestra Agrupación Musical que durante toda la tarde acompañó a Jesús Cautivo, entonó la marcha Costalero, no podía ser otra, su presencia también fue todo un símbolo en esta tarde que quedará para el recuerdo. Y en ese divino momento se detuvo el tiempo y concluyó el milagro cuando María entró de nuevo en su Templo. 

Con humildad y respeto,  quisiera ofrecer mi más sincero agradecimiento a todos los que ayer hicieron posible ese milagro, y alentar para que sigamos viviendo esta nuestra Semana Santa de la que aún en este año quedan capítulos importantes por escribir.
                                             

Fco. José Sánchez García, Hermano Mayor de la Hermandad de Penitencia de Zalamea la Real.

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