domingo, 22 de enero de 2006

Crónica del Día Grande de San Vicente

Diana

A las nueve de la mañana comenzó un día de fiesta, que a los sones de la banda Don Justo Ruiz, despertaba junto a los innumerables cohetes, el ánimo de los zalameños que esperaban disfrutar del día grande de su Santo Patrón San Vicente Mártir.
Las distintas calles que recorrió guardaron entre sus paredes un año más, el sonido de los tambores e instrumentos que interpretaban marchas de pasacalles y pasodobles, que tuvieron su punto culminante en las puertas de la casa del mayordomo 2006, donde todos los asistentes fueron invitados a un típico desayuno compuesto de café y dulces tradicionales de nuestro pueblo.

Santa Misa

La mañana avanzó en busca del segundo acto, que en esta ocasión tuvo lugar en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
La eucaristía fue acompañada de la coral polifónica de Zalamea la Real y la imagen del Santo se encontraba para este día en su paso, colocado en el mismo altar mayor, utilizando de sagrario a sus pies el que se encuentra en la capilla lateral que ocupa el Sagrado Corazon de Jesús.
Una vez concluida la misa, que abarrotó literalmente las naves de la Parroquia, se procedió al rezo del último día de la novena.

Una algarabía de personas ocupó el porche tras abandonar el templo, repartiéndose entre bares, casas o banquete del mayordomo, pero en el interior de nuestra Iglesia la Hermandad procedía un acto entrañable, que reconocía la devoción de uno de sus hermanos, muy relacionado con el actual mayordomo y que le ha acompañado en sus representaciones en los distintos actos y celebraciones. Vicente Serrano Domínguez fue nombrado segundo mayordomo de este año y le fue entregado un texto donde recogía las siguientes palabras:
“ En este día grande de San Vicente Mártir, la junta de gobierno de su Hermandad tiene el honor de dirigirse a Don Vicente Serrano Domínguez, para agradecerle su presencia y ayuda, al mayordomo de este año D. Domingo Castilla Serrano, en la novena al Santo y Procesión por las calles de la villa.
Deseamos Vicente que los recuerdos vividos en los actos señalados no se le olviden nunca, le felicitamos por su fé en San Vicente como demuestra año tras año. Que él interceda ante Dios Nuestro Señor por Usted y su familia.
Firma en nombre de la Junta de gobierno su hermano mayor D. Juan Antonio Márquez Lancha”

Seguidamente entre una charla con miembros de La Otra Mirada, la Hermandad nos hace hincapié en el agradecimiento publico que tienen a Pedro Borrallo por su colaboración desinteresada con ésta. Y así la Iglesia quedó vacía a la espera de la procesión, que se adelantó en media hora para pasar de las 5 y media a las 5 de la tarde.

Procesión y traslado a la ermita de la imagen de San Vicente Mártir.

Eran las cinco de la tarde y una riada de personas se encontraban procedentes de las distintas calles que desembocan en el porche de la Iglesia Parroquial. La tarde era desapacible, pero esto no fue impedimento para nublar también el ánimo de los zalameños y zalameñas, que año tras año tienen una cita irrenunciable en su calendario y a la que acuden con la esperanza de disfrutar en las horas que el Santo está en la calle.
Las puertas se abrieron y la marcha triunfal, interpretada por la banda Don Justo Ruiz, fue el primer saludo que hizo vibrar los corazones presentes, para continuar a sones de tambor hasta la Avenida de Andalucía.
San Vicente , Patrón y Mártir, marcha compuesta por el zalameño Francisco Javier Rachón el pasado año, es escogida en esta ocasión para postrar la imagen de este santo ante el mismo Ayuntamiento del pueblo, que le hizo una ofrenda floral antes de proseguir en su camino, ya hacia la casa del mayordomo. Las calles El Caño, Don Juan Díaz y Olmos, lo condujeron hacia las puertas de Domingo Castilla .
La calle más antigua del pueblo fue un mar de personas cuando por su esquina apareció el paso procesional, totalmente encendido y adornado de forma primorosa con rosas traídas expresamente de Holanda, tal y como nos comentaba en la madrugada de éste mismo domingo, Manuel Gómez Muñiz, que junto a su esposa Isabel dejaron su impronta a los pies de San Vicente.
Todo se para ante el patrón, incluso el tradicional chocolate de Manos Unidas, que abandonó a su paso el salón parroquial para deleitarse con su mirada.
Y tras la casa del mayordomo, comenzó el traslado a su Ermita, y la música hizo de despedida entre la Parroquia y el santo, pues para alejarse de la sombra de nuestra torre sonó la marcha dedicada a la Virgen de los Dolores, llamada ”la Dolorosa”, moradora del mayor templo del pueblo y que ha sido alegre anfitriona, junto con el resto de imágenes representativas del templo como hace siglos viene siendo habitual.

Y así se recorrió la calle San Vicente, donde fue parado ante muchas de sus casas ante la peticiones de familiares de enfermos y abuelos y abuelas del pueblo que viven en la calle del Santo, que se alejaba hacia el Cabezo Martín, para dirigir su mirada a nuestro tradicional Sepulcro, donde esta procesión pasó el imaginario testigo a la Hermandad de Penitencia, próximos encargados de procesionar imágenes por las calles de Zalamea.
Para culminar su viaje, el Santo llegó a su casa, junto a sus vecinos, que lo recibieron entre balcones adornados. Con una última mirada a su pueblo avanzó hacia el porche para entrar en su ermita abarrotada de publico que entre aplausos lo recibía entre la emoción de un nuevo final para estas fiestas 2006.
El último acto que se llevó a cabo tras los cánticos finales fue la entrega de atributos entre el mayordomo saliente y el entrante. En el 2007 el mayordomo será Israel Márquez Lancha, por lo que ya tenemos nuevo Mayordomo.
Un nuevo enero se cumplió el rito, esperemos pues, un año más para disfrutar de esta muestra del sentir de nuestro pueblo, un eco del pasado que se repite en la historia de nuestro día a día. Esperemos un nuevo San Vicente que nos rememore nuestras raices más profundas, las que nos ha legado Nuestro Patrón San Vicente Mátrir.