Aunque el día amaneció entre dos luces, el sol hizo su aparición a media mañana para que la procesión pudiera brillar con esplendor. Tras la misa celebrada en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, el cortejo recorrió las calles más céntricas del municipio acompañada por las hermandades, la autoridad y numerosos fieles.
La festividad del Corpus Christi, promovida por la Iglesia Católica en el siglo XII y que se celebra en España desde mediados del siglo XV, pone en evidencia la importancia sociocultural de la impronta religiosa en Zalamea la Real.
D. Manuel Cirilo ofició ayer la Misa en la Parroquia zalameña, tras la que El Santísimo salió a la calle cuando el Sol, pináculo de la bóveda, iluminaba radiante, para presidir la tradicional procesión del Corpus Christi. Los niños de comunión precedieron el palio, y sus blancos vestidos y delicados encajes fueron incansablemente fotografiados y filmados por decenas de padres armados con cámaras digitales durante todo el recorrido de la procesión.
El cortejo transcurrió por la avenida Andalucía, El Caño, Don Juan Díaz, Olmos, Plaza de Talero, Castillo y Paseo Redondo para finalizar en la puerta de la Parroquia. Diferentes altares, ricamente decorados, sirvieron de “descanso” para que el pueblo cantara al Señor rezando. Como es habitual la Hermandad de San Vicente y la Hermandad de Penitencia dispusieron dos altares, así como algunos zalameños y zalameñas a nivel particular.
En la foto (José Manuel Vázquez Lazo), un momento de la procesión del Corpus pasando por la c/ Castillo. A Cirilo le acompañó en la celebración un sacerdote de Kenia, que se encuentra en nuestra tierra participando de diversos actos litúrgicos para enriquecer su espíritu cristiano.