Como ya sabrás, este año no ha pujado nadie para la Mayordomía 2.008 y esa circunstancia ha hecho que en la finalización de la Romería 2.007 halla faltado uno de los actos mas emotivos que vivimos mi mujer y yo hace dos años: la entrega de medallas, el momento en que eres consciente de que empiezas una de las experiencias más importantes en la vida de un Romero, poder representar a tu Hermandad, a tu pueblo, halla donde vaya.
Me gustaría con estas letras poderte transmitir alguna de las vivencias que tuvimos el orgullo y el privilegio de disfrutar durante ese maravilloso año, y así poder animarte a que seas el Mayordomo o Mayordoma de la Romería 2.008.
El único compromiso que tu adquieres cuando decides ser mayordomo es el de representar a tu Hermandad, ¿hay algo más bonito que eso? Lo demás, todo lo demás que rodea a la Mayordomía, (por cierto, tan opinado como desconocido), siempre será voluntario, y no importa si otros lo hicieron de una u otra manera, si otros gastaron más o menos, lo que verdaderamente importa es que seas tu mismo, y que sepas que durante un año, eres la persona más importante de la Hermandad a la que un día decidiste pertenecer por voluntad propia y por los motivos que solo tu conoces.
¿Qué hay que poner esfuerzo y trabajo?, por supuesto, pero dime tú, si hay algo en esta vida que merezca la pena, que se consiga sin esfuerzo o trabajo. No sé si serás padre o madre, pero serlo es lo más importante que te puede pasar en la vida y créeme, requiere un gran y continuado esfuerzo y trabajo.
Espero y deseo, que con mis humildes palabras haya sido capaz de llegar a esa parte de tu cerebro que un día te dijo “yo quiero pertenecer a esta Hermandad” y estoy a tu entera disposición para hablarte, mostrarte o lo que tu creas necesario para tomar una decisión de la que jamás te arrepentirás.
Recibe un cordial saludo
Rafa López Ramos