“mi satisfacción personal es ver que el pueblo lo acoge como algo suyo, cuando veo que las personas tanto mayores como jóvenes sienten alegría por ver como una tradición zalameña perdura en el tiempo”…recompensa humilde para una profesora que se mantiene alejada de los focos, hecha un manojo de nervios y alentando a las niñas para que den lo mejor de si en cada actuación. Todos la recordamos en esas actuaciones junto a Doña Ángeles en el colegio, en el teatro, junto a la cruz en El Romerito…”Son recuerdos que me traen añoranza de los primeros años, cuando comenzamos”.
Pasos que la mujer zalameña ha venido dando a paso cadencioso, rúbrica de unas costumbres, legado de un pueblo y de su historia conservada desde lo más profundo de su esencia. El Fandango Zalameño y las Sevillanas Pardas han sido y siguen siendo una seña de identidad para Zalamea la Real.
“En estos momentos estamos creando una asociación que trabaje los bailes típicos de Zalamea, intentando, de esta manera, mantenerlos para que no se pierdan las tradiciones en el pueblo”…El propósito de la asociación es cultivar el baile en las más jóvenes y que sean ellas las que conserven la tradición…”Yo tengo en mente algunas niñas que pueden seguir con mi labor en un futuro, pero de momento este año voy a ser la presidenta de la asociación”.
Estamos a una semana de la celebración de El Romerito, y los ensayos se intensifican para que el domingo, en la Misa Romera, las niñas de Zalamea dejen su buen hacer sobre el escenario. Al ensayo de hoy se han acercado los músicos para que los movimientos se acoplen al son de las cuerdas.
Al despedirnos de Mª Teresa le preguntamos sobre la celebración de la fiesta…”las pasaré disfrutando con mis amigos, tranquilamente debajo de una encina…. como siempre”.