Técnicos de la Delegación Provincial de Cultura se trasladarán hasta la Corta Atalaya de Minas de Riotinto para comprobar el estado de conservación del Bien de Interés Cultural (BIC) tras conocerse que el nivel del agua supera ya la mitad de la antigua explotación.
El delegado de Cultura, Ángel Romero, indicó que su departamento no ha recibido ninguna información sobre la situación en que se encuentra la cavidad, ni de los posibles daños o incidencias, y por ello los técnicos va a realizar un estudio para despejar cualquier duda.
El delegado de Cultura recordó que la conservación de la corta corresponde a su propietario, que debe proceder a su custodia y salvaguardia por tratarse de un bien protegido.
Romero señaló que su departamento realizará las acciones oportunas, una vez que se determine la condición del bien y en tal caso pedirá responsabilidades a su dueños, que "deben cumplir con la legislación" en materia de patrimonio cultural.
El cualquier caso, también compete al Ayuntamiento donde está situado el bien la conservación del mismo. Y es que la alcaldesa de Riotinto, Rosa Caballero (PP), ha mostrado su preocupación por el alarmante nivel de inundación y ha exigido a la Junta que inste cuanto antes a la empresa responsable de su mantenimiento a tomar las medidas necesarias para evitar que pueda producirse un perjuicio irreparable.
La Junta, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, inició hace un año el expediente para inscribir como BIC, con la tipología de Zona Patrimonial, la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva. Con la inscripción en el Catálogo, la Administración regional daba protección a una serie de bienes, entre ellos Corta Atalaya. La empresa Emed Tartessus, que pretende reabrir la explotación de cobre, ha vinculado la conservación de la cavidad a cielo abierto, seña de identidad de la Cuenca Minera, con la puesta en marcha de la mina.