jueves, 7 de octubre de 2010

Expansión de El Rosario en América

Pastor

El Rosario no sólo es y ha sido patrimonio de España y muy especialmente de Andalucía, por aquello de “la tierra de Mª Santísima”.

Leyendo el trabajo que sobre ello me ha enviado mi amigo e investigador del fenómeno rosariano el señor Romero Mensaque, publicado en la revista Humanidades de La UNED, y por si a alguien le interesa su Wed es www.rosarioensevilla.org; he escogido este trozo para que veamos que el Rosario se cantaba y rezaba por las calles, amenizado por las clases de instrumentos propios de la época y el lugar. Dicho sea de paso el que este señor abría su wed con la música de El Rosario de Zalamea.
“ En Ciudad de Méjico desde el Convento de Santo Domingo en 1650. En 2 de octubre de este año, según refiere el cronista coetáneo Martín de Guijo se dio principio en el convento de Santo Domingo de esta ciudad la devoción del Rosario rezado de rodillas promovida por dos clérigos y se organizó una solemne procesión con la imagende la Virgen del Rosario, acompañada del rezo a voces del Rosario por sus devotos. Igualmente la Nochebuena de este año “[...] se juntaron mulatos, negros, mestizos e indios en las cruces de esta ciudad y a voces rezaban el Rosario de Nuestra Señora, de rodillas y por las calles iban haciendo lo mismo muchachos en cuadrilla mucha cantidad de ellos y personas de todas edades, y hubo cuadrillas por las calles gobernadas de algunos sacerdotes que los seguían”.18

El Rosario público se constituyó en uso ordinario de los misioneros dominicos en Nueva España, fomentando su uso también entre los indígenas. En Oaxaca, tanto en Jalapa como Tehuantepec afirma Burgoa en 1674:

“[...] y lo que más es de estimar en este pueblo y en Tehuantepec es la devoción del Santísimo Rosario, teniendo cada barrio su capilla de cantores con todos sus ministriles de bajón, corneta y dulzaina y excelentes voces escogidas y niñas doncellas enseñadas, que saben de memoria todos los quince misterios a dos y tres cuartetas cada uno en metro poético, traducidos en su lengua, por los religiosos y letanías de Nuestra Señora y en dando el Ave María se empiezan a recoger hombres y mujeres de cada barrio en su ermita y juntos todos a las siete de la noche empiezan dos niñas que tienen señaladas de mejores voces el Per signum Crucis en alto todo y va respondiendo toda la capilla a cada verso, y prosiguen los misterios con tanta armonía que parecen coros de ángeles, todos hincados de rodillas mientras duran los versos, y a las oraciones del padrenuestro y ave maría se levantan y empiezan a andar todos en procesión y las niñas guiando para la iglesia principal, y en acabando un decenario vuelven a arrodillarse donde las coge y las niñas prosiguen en su tono los versos del Misterio que se sigue, y con este estilo prosiguen hasta la puerta de la iglesia, donde, de rodillas, acaban el Rosario y sus ofrecimiento, y tras de él la letanía de la mesma manera y vuelven a su ermita, donde hacen oración, y de allí se van a sus casas y cada barrio hace lo mesmo y esto los lunes, miércoles y viernes [...]19

Parece evidente que el uso era bien conocido en la Orden por los padres misioneros y los que debían formarse como tales en el Convento de San Pablo de Sevilla, amén de que en la cotidiana convivencia, los frailes compartieran sus experiencias en las tierras de misión.”