-. ¡Ea! Ya pasó la feria.
-. Sí, y según dicen ha sido una magnífica feria.
-. Bueno, cada cual cuenta la feria según le va, y por lo que se ve en el escrito anónimo que ha llegado a mis manos… la cosa ha estado un poco “jodiilla” con el jaleo de las casetas del “corralón”. Lo que no me ha gustado es lo del anonimato. Me recuerda aquella canción de Jarcha que hablaba de un “país con miedo,…. y sumiso hasta en la cama”; creo que aquello pasó y ahora no tiene que haber ese miedo o ese qué dirán,… ¿o si?, o hay temores de represalias…. Y la mayor parte de las gentes tiene que mantener una casa y criar unos hijos. Es muy lamentable si eso es así, y podríamos aplicar la frase de Unamuno que decía más o menos “venceréis pero no convenceréis”. Y así está pasando.
-. Si, abuelo pero si hubieran respetado lo acordado hubiera resultado hasta bonito. Aquellas ventanas engalanadas, el centro de la plaza iluminado y adornado con guirnaldas y cosas alusivas a la feria… una fuente de agua cantarina, (que ya la tienen hecha) y macetas alrededor… pero cuando surgen problemas de última hora y “compromisos” (según dicen) que no se esperaban… y no hay gente competente para resolver esos problemas pues ocurre lo que ocurrió…. que la gente no estaba a gusto.
-. Bueno yo tengo que decir y romper una lanza en defensa de nuestra Guardia Urbana, porque ante un grave problema de abandono por parte de quien corresponda, (no se habían recogido las basuras en más de 24 horas) hice una llamada al número de nuestra Guardia Urbana y automáticamente acudieron al lugar de los hechos, hicieron las fotos pertinentes, y me imagino que se pondría en marcha el protocolo para estos casos, porque a primeras horas de la mañana aquello estaba recogido. Yo espero que el Sr. Concejal, al que le compete aquella función haya puesto en conocimiento de la empresa encargada de esas labores que los contratos se hacen para cumplirlos, y les haya “tirado un poco de las orejas”. Repito,…Sres. Guardias Urbanos, si todo ha ido durante la feria como el caso que refiero… enhorabuena.
-. Recoño,… no te conozco, tú que críticas a todo Dios ¿eres capaz de reconocer lo que está bien hecho y airearlo?
-. Es que las cosas deben ser así, a mi no me duelen prendas si alguien, a quien no pueda ver ni en pintura, (este no es el caso) hace algo que beneficie a la comunidad alabarle su labor, aunque sabemos que esa acción entra dentro de sus funciones. Y cambiando un poco el tercio como que habrá que decir que qué pasa con el campo de futbol. ¿Han visto las cárcavas que se están formando en el terraplén hacia la carretera? ¿Quién ha dado los permisos para construir a esa distancia de la carretera si está estipulado en quince (15) metros desde el eje de la carretera? ¿O no somos todos iguales? Yo me alarmaría que esas tierras puedan llegar a “emporcar” los troncos que los arboricidas intentan por todos los medios que no vayan para arriba, he visto cómo arrancan las ramas de los tocones que quieren tirar para adelante … y aun no ha empezado a llover.
-. ¿Usted ha visto cómo ha quedado la piscina y sus alrededores?
-. Si, y también he oído una contestación, más o menos “ya os iréis acostumbrando”. A la vista de lo visto ¿nadie ha podido pararle los pies a quienes han mandado hacer ese desatino de la corta de tantos árboles o se ha hecho… porque si, y se acabó. Vuelvo a acordarme de Unamuno. A este paso tendrán que cortar todos los árboles en al menos cinco o seis kilómetros a la redonda porque los vientos son muy juguetones con las hojas caídas…. Ya lo dice el verso, “hojas del árbol caída, juguetes del viento son…” pon,pon,… y a lo mejor les da por venir a jugar al nuevo césped, que dicho sea de paso que quien luchó por ese césped tiene que estar orgulloso, y yo sé quien es, aunque luego… pues eso.
-. Abuelo, volviendo a la feria, ¿es verdad que nuestra feria tenía como la de Sevilla una zona para los “tejeringueros”?
-. Mira eso te lo puede explicar mejor que yo Pastor, que vivía en ese sitio, no me acuerdo cómo le decían.
-. Si muchacho, igual que en Sevilla hay un lugar para las familias gitanas buñoleras en la feria, Zalamea también tenía su sitio para los tejeringueros o churreros en la feria y acudían tejeringueros de El Campillo, Riotinto,… en fin de la cuenca, y allí colocaban sus bidones recubiertos de barro refractario y encima esa gran perola ennegrecida por el mucho uso, por fuera, y por dentro como una patena con su capa de estaño y sus palos de jara. Yo recuerdo a mi vecina “Dulce” y su marido Serafín. Un día en los toros, hará un año, un señor me dijo ¿no te acuerdas de mí?, yo venía a la feria con mis padres de El Campillo y poníamos el puesto de tejeringos un poco más arriba de tu casa, en lo que le decían “La droguería vieja”. La verdad yo no lo recordaba, pero la memoria se puso en movimiento y los recuerdos acudieron a mi mente; aquel olor característico del aceite hirviendo y aquellas volutas de humo queriendo llegar al tejado de la casa de aquel buen hombre al que apodábamos Lorenzo “El Chochero”. Al lugar le decían El Mentidero, hoy calle Fontanilla por obra y gracia de…. bueno ya pasó.
-. Se ha puesto usted triste, ¿le traen malos recuerdos?
-. No ¡qué va!, lo que pasa es que el Otoño es muy “jodío”, y empiezas a recordar amigos, conocidos, vecinos… y me viene a la memoria la sevillana de Cantores, con los que he tenido el honor de grabar, por si no te lo he dicho, junto con la Coral de Valverde y La “Royal Filarmónica” el disco de sevillanas “Danza”; yo no voy a ponerle su letra… pero más o menos decía aquella sevillana… “… las cosas encantadoras se fueron con nuestros abuelos…”. Bueno, recoño, fuera tristezas que hay que darle gracias a Dios que todavía nos tiene por este valle de lágrimas… ¡viendo cada cosa!…. Niño, mucha suerte en este nuevo curso, y a clavar los codos.
Zalamea, Septiembre del 2009.