domingo, 2 de diciembre de 2007

Un reno de luz

La Navidad se acerca con su gélida atmósfera sobre las calles zalameñas, pasear por el pueblo al echarse la noche es una gesta digna de elogio. La luz es parte de nuestra cultura y su presencia nos hace participar de eventos al aire libre, pero el cambio de horario y el frío son dos circunstancias muy reveladoras del “vacío” en el que se encuentra sumergido estos días nuestro pueblo al atardecer.
Los bares céntricos acogen, en sus reducidas dimensiones, a los incondicionales jóvenes que disfrutan el fin de semana, pero fuera del bullicio enlatado, el ambiente fantasmal se cierne sobre un pueblo que dormita en un anodino letargo, a secas interrumpido por la explosión de un petardo en la lejanía.


Ayer al salir la gente de la Iglesia con motivo de la Novena a la Purísima, las calles céntricas recobraron cierto ambiente, y reflejó muestras propias de las actividades de la época en la que nos encontramos.
El Altar de la Iglesia presentaba esta bellísima estampa con motivo de los actos litúrgicos del mes de diciembre. “La Hijas de María” han confeccionado los adornos florales durante estos días para que el Altar luzca hasta que llegue el 7 de diciembre. Los niños en las calles corretean tirando petardos por las calles y los adornos navideños son colocados para dar el ambiente propio de las fiestas que se avecinan.
Como se puede ver en la imagen, un reno luminoso corona la calle El Caño desde ayer por la noche.