En las últimas horas ha dado dos pasos importantes por su valor simbólico. El primero ha sido ofrecer a la Fundación Río Tinto la posibilidad de que la Corta Atalaya vuelva a formar parte del circuito de visitas turísticas. Hasta ahora, la anterior compañía tenía prohibido el acceso a los grupos de visitantes.
Lo confirmó ayer el presidente de Emed Tartessus en España, el ex consejero andaluz Guillermo Gutiérrez, que se ha dirigido al presidente de la Fundación, Rafael Benjumea, para tratar informalmente esta posibilidad. De momento, la Fundación prefiere esperar a que el proyecto de Emed para Riotinto consiga los parabienes de la Junta de Andalucía.
El segundo paso supuso ayer una sorpresa para la comarca. Una delegación internacional de Emed Mining, encabezada por su director general, Aristidis Anagnostaras-Adams; y por su director de Relaciones Exteriores, Demetrios Constantinidis; además del mismo Guillermo Gutiérrez participó en Riotinto en los actos en honor de Santa Bárbara, patrona de los mineros.
Cuando llegó la imagen de la patrona a la zona de las cortas mineras se lanzaron fuegos artificiales de gran potencia simulando barrenos en voladura. De esta manera la compañía minera volvía a retomar su participación en la vida social de la Cuenca Minera, un tanto abandonada por los propietarios de Mantesur.