Por la Inmaculada, en esta zona, son típicas las candelas y al igual que Zalamea, El Villar, también las tiene pero siempre con un puntito de diferencia.
En Zalamea se hacen candelas realmente grandes e incluso hay gente que, cuando se apocan las furiosas llamas, comen cocinando carnes con sus brasas. Los abuelos les hacen a sus nietos las famosas hachas que acaban agarrándolas los padres y por supuesto las bengalas y los petardos que según aumenta la edad, también aumenta el tamaño del petardo.
En la aldea se hace una gran hoguera en la calle principal ¨La Plaza ¨ y al igual que en el pueblo, también se come y se bebe…. Encuentras, en algunas puertas, pequeñas candelas y por supuesto, el abuelo con su hacha, el niño y el padre.
El punto de diferencia es otro: Un mes antes de las candelas los niños buscan leña y los padres y abuelos se encuentran sin el tapón de corcho con que tapar sus botellas de vino….Desaparece todo corcho existente en El Villar, no queda ni uno…
La razón es esta: Cuando las candelas se hacen brasas, aparte de las bengalas y petardos, los corchos se ponen en los restos encendidos para quemarlos, después se dejan enfriar y………¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CORREEEE!!!!!!!!! Que no tienes escapatoria, seas quien seas, pequeño o mayor, estés bien vestido o no, te encuentres donde te encuentres, en el bar, en tu casa, en la calle… ¡¡¡TE TIZNAN!!!!!, tanto niños como abuelos tienen su corcho, todos lo guardan y todos acaban tiznados.
Si vienes ya sabes, tráete tu corcho.
M.C. Gómez