Llega el otoño, los días se acortan, comienza la rutina del trabajo junto con lo que llaman “el curso político”. Parece que después de un frenético verano todo vuelve a la normalidad, pero hay algo muy importante que no debemos dejar pasar, “la vuelta al cole”; lo que para los padres supone un momento de estrés: libros, la lista de materiales de todos los años, la ropa, los horarios, los nuevos profesores estrenando curso, etc.…me asalta una pregunta, ¿qué supone para ellos?, los verdaderos protagonistas de la situación, nuestros niños y niñas, ajenos al mundo de los “mayores”. Para ellos quizás sea el día más importante del año, tanto es así que la noche anterior, en la mayoría de los casos, que no pegan ojo. 
En la pequeña localidad de Zalamea la Real las cosas no son muy diferentes a la del resto del mundo. En nuestra localidad el curso escolar comenzó el jueves 17. No se me va de la memoria las caritas mezcla de cansancio e ilusión de nuestros hijos/as. Los reencuentros con sus amiguitos, la incertidumbre y miedos de los nuevos, o la emoción de algunos padres ante la separación, por unas horas, de sus críos.
No cave duda que es un momento verdaderamente emocionante y enternecedor, por un momento comprendemos que es el comienzo de una larga andadura en el aprendizaje y formación, una vida, un futuro.
Camino de casa, no logro entender las trabas que desde el Ministerio de Educación y Ciencia, nos hacen pasar a los padres y educadores cada año con el retraso de las obras del colegio, o con la tardanza en la entrega de los cheques para los libros.
No olvidemos que de la educación de nuestros pequeños depende el futuro de nuestro país.
Julio S
ánchez
