Balsámica victoria del Zalamea CF frente al Cruceño en la tarde de ayer para alejarse del descenso a siete puntos. Tras una primera parte tediosa en cuanto a juego y ocasiones, los locales pusieron más garra en la reanudación para llevarse los tres puntos de un envite crucial.
A falta de cinco partidos para terminar la temporada en Preferente; el Zalamea, jugando en casa, estaba avocado en el día de ayer a llevarse los tres puntos en juego frente al penúltimo clasificado. Imperaba la más absoluta necesidad de conseguir la victoria por encima de todas las cosas para no verse metido en un buen lio.
Los primeros 45 minutos fueron el fiel reflejo de esa ansiedad creada a lo largo de la semana y fruto de los resultados negativos que habían hecho mella en la moral del equipo. El once dispuesto por Rocha no supo templar toda la motivación acumulada en la caseta para hilvanar su juego ofensivo y las ocasiones brillaron por su ausencia para desesperación del público que se dio cita en las gradas del Perea Anta.
Rubén tomó responsabilidades en el arranque de la segunda mitad, y varios pases suyos crearon peligro cuando buscaron la velocidad de los puntas a las espaladas de la defensa del Cruceño. Rocha, que no lo veía claro, dio entrada en el campo a Portu y Jesús Real, y dispuso una defensa de tres para asumir todos los riesgos posibles en pro de la victoria.
La entrada de Portu fue todo un revulsivo para el equipo zalameño, creando peligro arriba y peleando todos los balones para crear inquietud entre unos defensas que, hasta entonces, no habían pasado apuros. Las ganas del punta zalameño contagiaron a sus compañeros y se produjeron las ocasiones más claras del partido. A medida que el Zalamea subía el ritmo del partido, los jugadores del Cruceño comenzaron a realizar faltas. Una oportunidad que los rojos no dejaron de aprovechar para crear peligro a balón parado. Un bombardeo continuo, también desde el córner, que estuvo a punto de abrir el marcador; a destacar una oportunidad de Ale que remató un balón franco en el área chica con la cabeza, pero su disparo se fue de forma incomprensible por encima del larguero cuando la grada gritaba gol.
A renglón seguido, un magnífico balón tocado por Jesús Real en el lateral del área lo remató Isaac con un cabezazo soberbio para poner el 1-0. Golazo y celebración por todo lo alto para soltar los nervios acumulados.
La lucha de Portu no iba a estar exenta de calidad, y tras varias intentonas, el atacante zalameño cogió un rechace en el balcón del área, regateó de forma magistral al central y con la zurda la puso en la escuadra para hacer el 2-0. Júbilo en el campo y en la grada para festejar la consecución de tres puntos de platino y que dejan la quema a siete puntos. La salvación aún no es matemática pero la sensación del equipo a la entrada en las casetas era de haberse quitado un gran peso de encima. Ahora habrá que aprovechar ese viento a favor que dejan las victorias para conseguir esta semana los tres puntos en San Juan, un estadio propicio, y pasar una buena romería.