miércoles, 10 de octubre de 2012

Confianza en que el proyecto arranque en el primer trimestre de 2013

Así lo ha manifestado el Director de EMED Tartessus en las Jornadas sobre minería sostenible organizadas por CONFEDEM con la presencia del Ministro de Industria.

El ministro destaca importancia estratégica del sector por la capacidad exportadora y de empleo y anuncia la creación de una Comisión para escuchar a la minería


EMED Tartessus, empresa minera propietaria del proyecto de cobre de Riotinto, ha participado en la Jornada “Nuevos retos y proyectos para una minería sostenible en España”, organizada por la Confederación Nacional de Empresarios de la Minería y la Metalurgia (CONFEDEM), que se ha celebrado este martes, 9 de octubre, en Madrid.

El evento ha contado con la presencia del Ministro de Industria, Energía y Turismo, D. José Manuel Soria López, y del Director General de Política Energética y Minas, Jaime Suárez Pérez-Lucas, y congregado a representantes de algunos de los más importantes proyectos de minería que se están desarrollando en España.

El proyecto minero Riotinto

William Enrico, Director General de EMED Tartessus ha abordado el reto de la sostenibilidad económica, situando el proyecto dentro del contexto internacional de la demanda de cobre, donde este recurso “estratégico” es cada vez más demandado y escaso. En el caso de España, cerca del 60% del cobre es importado, de ahí la relevancia de desarrollar proyectos mineros sostenibles que garanticen el suministro de materias primas esenciales para la evolución tecnológica, reduciendo el riesgo que supone la dependencia de terceros países.

En su exposición, Enrico ha desgranado las claves del proyecto de reapertura de la mina onubense, cuyo principal reto es “convertir Riotinto en una mina del siglo XXI, tanto en minería y en el proceso metalúrgico como en el aspecto social y medioambiental”.

El proyecto minero de Riotinto tiene una vida estimada de 14 años, durante los cuales se contempla la extracción de 123 millones de toneladas de cobre y su posterior tratamiento en la planta de producción de concentrado de cobre, que tiene capacidad para procesar 9 millones de toneladas anuales. Sin embargo, se ha identificado unos recursos de 205 millones de toneladas de cobre, por lo que la vida del proyecto podría incrementarse considerablemente mediante la conversión de la totalidad de los recursos identificados en reservas.

La inversión del proyecto asciende a 243 millones de euros, de los cuales ya se han invertido o comprometido 75 millones, que, junto a los gastos de 8 millones de euros mensuales que generará la actividad minera, supondrá un flujo económico superior a los 1.600 millones de euros en los primeros 14 años, y que en su práctica totalidad quedarán en el entorno de la mina.

Además, supondrá la creación de 1.200 empleos directos durante la fase de construcción y 400 empleos directos fijos durante la explotación, aunque esta cifra asciende hasta los 1.200 puestos de trabajo, aproximadamente, durante la vida de la mina, si consideramos también los empleos indirectos e inducidos, contribuyendo así a reactivar y crear el tejido económico de la zona.

Por otro lado, y en cuanto a la sostenibilidad medioambiental del proyecto, en una zona altamente degradada por la actividad minera del pasado, el ambicioso plan de gestión ambiental y restauración del proyecto supone la oportunidad de revertir y mejorar la situación actual. En este sentido, Enrico ha manifestado: “Posiblemente, lo más destacable del proyecto sea la rehabilitación post-clausura de importantes instalaciones de almacenamiento de residuos mineros como son las escombreras y las presas, lo que supondrá la restauración de cerca de 1.000 hectáreas.”

Por último, tras mostrar su confianza en que el proyecto arranque en el primer trimestre de 2013, el Director general de EMED Tartessus ha manifestado que el mismo cuenta con todos los elementos necesarios para constituirse como un referente de la minería sostenible: “Estamos plenamente convencidos y comprometidos con la idea de que Riotinto se convierta en un orgullo para la minería metálica y europea”.

Por su parte el ministro Soria ha destacado la capacidad del sector minero para generar actividad económica, aportando 3.500 millones al PIB nacional, y empleos, con 38.000 personas trabajando en las explotaciones españolas. Según el ministro se trata de un sector estratégico porque tiene una gran capacidad exportadora, impactando muy positivamente en la balanza de pagos del país, y asegura recursos naturales para la industria transformadora. Por todo ello el ministro apostó por “flexibilizar los marcos regulatorios” y crear una Comisión de la Minería para atender las demandas del sector.