Durante estos meses de estío, en los que las actividades de ocio y recreo en la calle, por las altas temperaturas, se limitan a una franja horaria muy limitada; un grupo de hombres y mujeres de nuestro pueblo ocupan un poco de su tiempo, en aprender a nadar en la Piscina Municipal de Zalamea La Real.
En su mayoría personas de una considerable edad, con una vida hecha, con hijos casados y con vida resuelta. Personas que por distintas circunstancias no han tenido la posibilidad de tomarse el agua como un medio de recreo y disfrute. Desde una prematura infancia sacrificándose y trabajando para proporcionar un buen futuro a sus hijos. Seguro que muchas de estas personas no han practicado un deporte en su vida, pero hoy están aquí para demostrarse a si mismos que si quieren pueden, y con esfuerzo y dedicación pueden vencer sus barreras y miedos.
Acompañamos a un grupo de mujeres en su caminar hacia la piscina, para que nos transmitieran sus impresiones, y ver los métodos de enseñanza que imparten las monitoras.
Chari participa en el curso junto con su marido Nicasio….”Al principio me daba mucho miedo y lo pasé muy mal, pero luego, poco a poco, me he ido haciendo”….Nos comentan desde el grupo de natación que Chari era una de las más medrosas y que curiosamente fue una de las primeras en soltarse en el agua.
Juana, aún no sabiendo nadar, se muestra muy segura en el agua y feliz de participar en los cursos de natación….”nos lo pasamos muy bien todas juntas y en ocasiones nos ponemos a cantar en el agua canciones de nuestra época”….
Carmen de la calle Peñuelas, conocida como “la del chofer”, nos habla del valor terapéutico de la natación….”esto es mejor que andar, y ahora tengo muchos menos dolores que antes. Andando no se me quitaban los dolores y ahora me levanto mejor por las mañanas"....
Fátima Serrano, Cristina Cueto y Celia son las monitoras de natación. Tres jóvenes zalameñas que ponen todo el empeño y paciencia para lograr que este grupo de alumnos/as disfruten en el agua y aprendan a nadar. De las 20:00 a las 21:00 horas, justo cuando la Piscina Municipal cierra sus puertas al público, empiezan a impartirse las clases. Durante tres quincenas repartidas en los meses de Junio, Julio y Agosto, la piscina se divide en tres partes; una se deja para los nadadores más aventajados que quieren perfeccionar la técnica y coger resistencia en el agua; otra en el centro, para los alumnos con el nivel medio del curso; y una tercera para las personas que están aprendiendo.
El palote, la tabla y el Pub, Son algunos de los utensilios flotantes que utilizan los alumnos en su aprendizaje. Comienzan sujetándolos con las dos manos, para después sujetarlos con una solo, de esta manera se van soltando y desenvolviendo en el agua. Con muy buen ambiente y entre risas se ayudan y se dan ánimos entre ellos para seguir en su empeño diario por aprender.
Las jornadas terminan diariamente con unos ejercicios de mantenimiento aeróbico en el agua, donde participan todos los alumnos del curso, independientemente del nivel que tengan.
Mª del Carmen Romero, Mati Romero, Fernanda del “Matuloso”, Elena Palmar, Dolores Mojarro, Fernanda de “Leoncio”, Mercedes Domínguez, Juana Gómez, Ludi de “Cristóbal”, Consuelo, Mª Isabel, Vicente Y Loli, Nicasio y Chari, Teodoro y Tere, Mari del supermercado, Eva del Monte, Sali Borrallo, Olga y Celia…. son parte de los zalameños/as que diariamente se pasan por la piscina de nuestro pueblo para ganar en vitalidad, en energía y en destreza. Superando barreras y miedos, logrando a su edad un objetivo impensable para muchos de ellos. En definitiva, personas que mientras van aprendiendo a nadar se van llenando de vida.
En su mayoría personas de una considerable edad, con una vida hecha, con hijos casados y con vida resuelta. Personas que por distintas circunstancias no han tenido la posibilidad de tomarse el agua como un medio de recreo y disfrute. Desde una prematura infancia sacrificándose y trabajando para proporcionar un buen futuro a sus hijos. Seguro que muchas de estas personas no han practicado un deporte en su vida, pero hoy están aquí para demostrarse a si mismos que si quieren pueden, y con esfuerzo y dedicación pueden vencer sus barreras y miedos.
Acompañamos a un grupo de mujeres en su caminar hacia la piscina, para que nos transmitieran sus impresiones, y ver los métodos de enseñanza que imparten las monitoras.
Chari participa en el curso junto con su marido Nicasio….”Al principio me daba mucho miedo y lo pasé muy mal, pero luego, poco a poco, me he ido haciendo”….Nos comentan desde el grupo de natación que Chari era una de las más medrosas y que curiosamente fue una de las primeras en soltarse en el agua.
Juana, aún no sabiendo nadar, se muestra muy segura en el agua y feliz de participar en los cursos de natación….”nos lo pasamos muy bien todas juntas y en ocasiones nos ponemos a cantar en el agua canciones de nuestra época”….
Carmen de la calle Peñuelas, conocida como “la del chofer”, nos habla del valor terapéutico de la natación….”esto es mejor que andar, y ahora tengo muchos menos dolores que antes. Andando no se me quitaban los dolores y ahora me levanto mejor por las mañanas"....
Fátima Serrano, Cristina Cueto y Celia son las monitoras de natación. Tres jóvenes zalameñas que ponen todo el empeño y paciencia para lograr que este grupo de alumnos/as disfruten en el agua y aprendan a nadar. De las 20:00 a las 21:00 horas, justo cuando la Piscina Municipal cierra sus puertas al público, empiezan a impartirse las clases. Durante tres quincenas repartidas en los meses de Junio, Julio y Agosto, la piscina se divide en tres partes; una se deja para los nadadores más aventajados que quieren perfeccionar la técnica y coger resistencia en el agua; otra en el centro, para los alumnos con el nivel medio del curso; y una tercera para las personas que están aprendiendo.
El palote, la tabla y el Pub, Son algunos de los utensilios flotantes que utilizan los alumnos en su aprendizaje. Comienzan sujetándolos con las dos manos, para después sujetarlos con una solo, de esta manera se van soltando y desenvolviendo en el agua. Con muy buen ambiente y entre risas se ayudan y se dan ánimos entre ellos para seguir en su empeño diario por aprender.
Las jornadas terminan diariamente con unos ejercicios de mantenimiento aeróbico en el agua, donde participan todos los alumnos del curso, independientemente del nivel que tengan.
Mª del Carmen Romero, Mati Romero, Fernanda del “Matuloso”, Elena Palmar, Dolores Mojarro, Fernanda de “Leoncio”, Mercedes Domínguez, Juana Gómez, Ludi de “Cristóbal”, Consuelo, Mª Isabel, Vicente Y Loli, Nicasio y Chari, Teodoro y Tere, Mari del supermercado, Eva del Monte, Sali Borrallo, Olga y Celia…. son parte de los zalameños/as que diariamente se pasan por la piscina de nuestro pueblo para ganar en vitalidad, en energía y en destreza. Superando barreras y miedos, logrando a su edad un objetivo impensable para muchos de ellos. En definitiva, personas que mientras van aprendiendo a nadar se van llenando de vida.
Buena natación a todos y todas….