En este duro camino de desconocimiento e incomprensión por el que pasamos los amantes del arte de los toros, es de aplaudir que aparezcan aficionados como tu, entendidos, preparados, y que tanto hacen desde su modesto pedestal por el.
Es de admirar tu gran afición, conocimiento y el empeño que pones en todo lo que haces en esta mal comprendida fiesta.
No quiero extenderme en alabanzas, porque ni te hacen falta, ni es mi estilo; pero si quiero felicitarte públicamente, por los artículos que publicas, que permiten que a través de este medio llegue la información a todos los rincones de la tierra, y también, como no, por ese desinteresado empeño en que una pieza musical preciosa, creada por el afamado y extraordinario compositor Don Abel Moreno, y el empeño de un zalameño al que nunca hemos sabido entender ni valorar, que tiene por título Zalamea la Real, llegue a todos los rincones de nuestro país y si es posible traspase nuestras fronteras.
Aquella tarde de sábado viendo por la pequeña pantalla a los jóvenes que sueñan con ser torero, en una plaza como la cordobesa de Pozoblanco, sentí una verdadera emoción al oír los sones de tan hermoso pasodoble.
Gracias Eduardo, por difundir con tus medios ese maravilloso pasodoble, gracias a su autor y gracias al que puso el empeño.
Manuel Carrero Romero.
Es de admirar tu gran afición, conocimiento y el empeño que pones en todo lo que haces en esta mal comprendida fiesta.
No quiero extenderme en alabanzas, porque ni te hacen falta, ni es mi estilo; pero si quiero felicitarte públicamente, por los artículos que publicas, que permiten que a través de este medio llegue la información a todos los rincones de la tierra, y también, como no, por ese desinteresado empeño en que una pieza musical preciosa, creada por el afamado y extraordinario compositor Don Abel Moreno, y el empeño de un zalameño al que nunca hemos sabido entender ni valorar, que tiene por título Zalamea la Real, llegue a todos los rincones de nuestro país y si es posible traspase nuestras fronteras.
Aquella tarde de sábado viendo por la pequeña pantalla a los jóvenes que sueñan con ser torero, en una plaza como la cordobesa de Pozoblanco, sentí una verdadera emoción al oír los sones de tan hermoso pasodoble.
Gracias Eduardo, por difundir con tus medios ese maravilloso pasodoble, gracias a su autor y gracias al que puso el empeño.
Manuel Carrero Romero.