Desde hace tiempo, y siempre que no haya fiestas y celebraciones en el pueblo, el verano en Zalamea, y más concretamente los fines de semana, se han convertido en un periodo de peregrinaje de la juventud, en buscas de las fiestas y ferias de los municipios y aldeas cercanos.
Este fin de semana tocó el turno a la Feria del pueblo vecino de El Campillo, donde se pudo comprobar una alta presencia de jóvenes zalameños, que aprovechan la gran cercanía del pueblo vecino, para trasladarse y dar rienda suelta a la diversión hasta altas horas de la madrugada. Considerada esta celebración como la primera fiesta grande veraniega de la zona, el recinto campillero acogió en sus instalaciones a una gran diversidad de jóvenes procedentes de distintos puntos de la cuenca minera. Su estratégica situación en el calendario, donde no se ve ensombrecida por otras fiestas del entorno hacen posible esta hecho.
Marigenta, El Membrillo, Las Delgadas, Traslasierra, El Campillo, Santa Marina, Colombinas, Riotinto, Valverde, Nerva e incluso Aracena y fiestas del litoral, forman parte de esta peculiar gira, que año tras año forman el recorrido de peregrinaje de los jóvenes zalameños, culminando en Septiembre con la Feria de Zalamea, donde se dan por acabada estas salidas nocturnas. Como anécdota este año, varios controles de alcoholemia se situaron en la salida del pueblo, así como en otras zonas de la cuenca para evitar que unas jornadas de diversión se conviertan en algo trágico.
Y la próxima semana toca quedarse en Zalamea. La celebración de las jornadas musulmanocristianas hacen que los zalameños se entregen al disfrute de esta nueva fiesta local, convirtiéndose nuestro pueblo en lugar de destino y visita de personas de los alrededores.