lunes, 26 de marzo de 2012

Una pareja de cigueñas se prestan voluntarias para acabar con el Picudo Rojo

La plaga del Picudo Rojo llega a Zalamea la Real y siembra la amenaza de matar todas las palmeras situadas junto al antiguo Mercado de Abastos y Pilar del Fresno.

Una pareja de cigueñas ha anidado esta mañana en la palmera afectada que se encuentra frente
al pilar aprovechando la llanada de la copa.

El paisaje que se encuentra junto al antiguo Mercado de Abastos y Pilar del Fresno está en seria amenaza, tras la clonación que ha realizado el conocido como Picudo Rojo en una de las palmeras del jardín que se sitúa junto al Pilar del Fresno. La palmera que, desde hace semanas, dabas muestras de su enfermedad es ahora un foco de infección muy peligroso para todas las de su especie que se encuentran en el entorno.

La imagen de la Calle Las Fuentes podría ser gravemente afectada por la plaga de este escarabajo que está haciendo estragos en buena parte de Andalucía. Se imaginan el Mercado de Abastos sin palmeras, Sin duda, sería otra imagen totalmente distinta. Es difícil hacerse una idea de ello en un espacio donde la palmera está íntimamente ligada a él. Este espacio en concreto se hizo a la vez que crecían las palmeras.

La phoenix canariensis o Picudo Rojo

Las larvas no tienen patas y son de color amarillo marfil con la cabeza rojiza (5 centímetros en su máximo crecimiento) provista de poderosas mandíbulas.

Las hembras hacen las puestas en la corona de las palmeras. De los huevos salen las larvas, las cuales viven de 2 a 4 meses y pupa en un capullo realizado con fibras entrelazadas. Los adultos salen de ahí y siguen alimentándose del interior de la palmera.

Síntomas

La larva penetra por el capitel directamente al tronco, labrando galerías de hasta más de 1 metro de longitud.

Las galerías parten de la corona y se ramifican en el interior del tronco.

Las hojas centrales amarillean y se marchitan, de forma que en pocas semanas, la práctica totalidad de la corona se ve afectada originando la muerte de la palmera.

Si las galerías dañan la yema apical, la palmera muere.

Los síntomas se manifiestan con retorcimientos de las hojas más externas sobre el nervio central que adquieren un color pajizo o se caen.

Los daños causados por las larvas son visibles muy tarde, y cuando los primeros síntomas de infestación aparecen, son tan graves que resultan generalmente en la muerte de la palmera.