martes, 29 de marzo de 2011

Imparables


“El huracán rojillo” pasó por el Valero Rojas para derrotar al Campillo y poner tierra de por medio en su vertiginoso ascenso a la cumbre. Los de Rocha se exhibieron en la segunda parte con un fútbol de libro y pudieron anotar una goleada de escándalo frente a un rival experimentado y duro.

El Zalamea CF, tras su victoria en Campillo y los resultados que se han dado en la jornada, suma 43 puntos, uno menos que el segundo y tercero, y seis más que el quinto clasificado. Por este orden la clasificación se pone de esta manera:

Rosal – 65 puntos
Encinasola – 44 puntos
Cerrreño – 44 puntos
Zalamea CF – 43 puntos
Nerva – 37 puntos


Tras el espectacular partido frente al Valverde CF en el Perea Anta, la afición acompañó en buen número al equipo hasta el Valero Rojas (la mitad de la grada era zalameña). La primera parte estuvo marcada por la contundencia y lo físico. Los campilleros, con juego expeditivo y a balón parado intentaban inquietar la portería defendida por Juan Centeno; y el Zalamea no encontraba su patrón de juego y se sentía algo incomodo sin el control del esférico. Pudo marcar Jairo de cabeza tras un buen centro de Pirulo, pero el interior zalameño no pudo conectar con el esférico cuando la grada rojilla celebraba el primero de la tarde. Pocas ocasiones más, Juan tuvo algún que otro susto con balones colgados y el ataque zalameño seguía desasistido.


Todo cambio en la segunda mitad, la charla de Rocha en la vieja caseta campillera cundió y sus chicos saltaron al verde con la predisposición de hacerse con las riendas del partido y ganarlo. Apareció Rubén en el centro y las bandas comenzaron a crear peligro con incorporaciones de los laterales, que continuamente se sumaban al ataque. El equipo parecía otro, un vendaval de fútbol que el Campillo no podía contener por más minutos. Al equipo se le ve físicamente fuerte y con confianza, capaz de doblegar a cualquier rival que se le cruce en el camino. Esta sensación la transmitió el Zalamea en estos minutos y la grada vibró con cada llegada al área. El gol, como se suele decir, “se mascaba”. Pirulo, brillante una vez más, provocó el penalti que supondría el 0-1 en el marcador. El encargado de materializarlo fue Pablo, que corrió hacia su compañero José Javier para dedicárselo.

El Zalamea tras el gol siguió controlando el tempo del partido, y el Campillo algo impotente, se limitaba a crear peligro de las botas de Víctor Vizcaíno; siempre a balón parado y tratando de imponerse por arriba. Una vez más, el tándem formado por los hermanos Oliva brilló a gran altura, que junto con Juan Centeno, confiado y seguro, solventaron las escasas llegadas con peligro.


Con el campillo a merced, los del Perea Anta no tuvieron piedad y con el manual del contragolpe mataron el partido. Saltaron al campo Javi y Muñiz, en sustitución de Portu y Pirulo; los dos jugadores zalameños recogieron una calurosa ovación desde la grada. A los pocos minutos llegaría el 0-2 materializado por Muñiz con un magnífico testarazo que se coló por la escuadra. Y para culminar el espectáculo, Cristian, poniendo el 0-3, finalizó en el segundo palo una brillante jugada de equipo que puso de manifiesto el desparpajo futbolístico que atesora esta ilusionante plantilla. El Zalamea llega en magnífica forma a la recta final del campeonato, demostrando que hoy por hoy es el mejor equipo de la categoría.

La afición, en un gran gesto de Rocha, pudo ovacionar a José Javier tras ser sustituido minutos antes de finalizar el partido. Desde la Otra Mirada queremos felicitar al “Capi” por su intachable trayectoria y amor a los colores, hasta pronto…