jueves, 17 de septiembre de 2009

Gracias a todos

Hace un mes aproximadamente, por asuntos personales, necesitaba desconectar y despejarme, no lo dudé ni un segundo, "tengo que irme a Zalamea" pensé, y así lo hice. Sabiendo de antemano que era el mejor antídoto para olvidar esas penas...

Pisar Zalamea me cambia la cara, el ánimo, me alegra la vida, es como estar a punto de ahogarte y de repente recibir una bocanada de aire fresco y puro. Ver a tanta gente a la que aprecio, algunos con los que ni siquiera había hablado cuando vivía ahí, pero que ahora me ven y me dan un abrazo, y puedo estar con cualquiera de ellos hablando una hora, no os imagináis lo bonito que es eso, y no os lo imagináis, porque nunca lo habéis perdido. Estos días de feria me he cansado de explicar lo mismo a casi todo el mundo con el que he hablado, porque vosotros os quejáis de que en invierno el pueblo es muy aburrido, y yo os he contado una y otra vez, que mi pueblo tiene 65.000 habitantes, de los que yo conozco a 20, que a las 9 de la noche está todo cerrado, que a las 5 es de noche, que yo termino de trabajar a las 18:00 de la tarde, y a las 18:30 tengo el pijama puesto, y así de lunes a viernes, os creéis que porque haya mucha gente, no es igual de aburrido? vosotros en invierno como en verano, podéis salir a un bar a tomar un café, y sabéis que os encontraréis a alguien con quien hablar, seguro, yo no, yo conozco a 20 o 25 y para tomar un triste café tengo que llamarlos por teléfono para poder quedar.

La cuestión es que las cosas sólo las valoramos cuando las perdemos, así que procurar no perder eso, porque no sabéis lo bonito que es. Lo bonito que es ver a gente que iba contigo al colegio y poder darles un abrazo o dos besos y estar una hora hablando con ellos/as de cómo va tu vida y cómo va la suya, y tener la sensación de que no ha pasado el tiempo, cuando en realidad han pasado 20 años. Nunca podré agradecer lo suficiente a mi amigo Sergio el que me acoja en su casa cada vez que voy a Zalamea, a él y a su madre claro está. A Eva Carranza con la que también tengo un cariño especial, a su marido al que no conocía cuando vivía en Zalamea, y a través de Eva lo he conocido y me parece un tío estupendo. A Antonio Delgado, al que no veía prácticamente desde que me vine a vivir a Barcelona, y que me dio mucha alegría verlo, a Emma Gómez a la que tampoco veía desde hace 20 años y con la que también estuve hablando largo y tendido. A David Lancha y su mujer Isabel, a quienes veo un poco más a menudo últimamente pero que igualmente me da mucha alegría compartir un rato con ellos, a Lorenzo y su mujer, a J.M Rivas y Sara, a Porfi y Mari Loli, a Moises, a Pirulo, a Marbin y Silvestre, con los que me he criado en la calle Ruiz Tatay jugando a la pelota, a Jesús Rabadán y su novia Isa, a Carlos y Fernando Cesáreo, a Tiko y Reme, a Paquito, a Gema Tenorio, a Juan Luis que dice que voy mas a Zalamea que él jajaja, en fin se me quedará mucha gente, pero no puedo nombrarlos a todos, espero que lo entendáis y no se moleste nadie, muchas gracias de verdad y de corazón a todos los que me habéis acogido una vez mas tan bien, no me he sentido sólo ni un minuto, y eso aquí en Barcelona no pasa, eso es lo que tenéis que valorar, lo bonito que es eso, aquí puedes salir y estar toda la noche solo y descuida que nadie se te va a acercar a decir nada, ahí cualquiera se acerca y te pregunta ¿que haces solo?, o ¿de donde eres tu?, y ya tienes conversación para rato, y eso hay que valorarlo, porque aquí la gente ya no tiene humanidad ninguna, van cada uno a lo suyo, mirando al suelo, del trabajo a casa y de casa al trabajo. Vosotros tenéis todavía esa pizca de humanidad, aunque muchos no sabéis valorarla porque nunca la habéis perdido, pero hacerme caso, eso es mucho más bonito que tener un cine, mil bares, o tres mil tiendas cerca, eso es todo materialismo, gastar dinero, y de eso también se cansa y se aburre uno, os lo garantizo.

Bueno no quiero hacerme pesado y contar siempre lo mismo así que me voy despidiendo ya, no sin antes agradecer a Jesús, la posibilidad que nos da con esta ventana para que los que estamos lejos, podamos asomarnos a ella cada día, y ver cómo está nuestro pueblo, muchísimas gracias, de verdad, tu esfuerzo y tu dedicación la valoramos los que estamos fuera seguramente más que los que están ahí, pero aunque sea por nosotros, no dejes de hacer ésta página, porque nos alegras un poco la vida, y hoy en día tal como están las cosas, eso es muchísimo.

Os dejo mi correo por si alguien quiere seguir en contacto conmigo. zalamea 75@hotmail.com

Johny Fernández Bautista