¡Atención silencio!.....!rodando¡. Una muchacha ataviada con el traje tradicional indígena comienza a andar por la irreconocible plaza de la aldea de Traslasierra, convertida para la ocasión en un poblado boliviano. Sobre las calles pavimentadas, reposan como segunda piel una capa artifical de arena que el equipo de la película ha ido extendiendo en los días anteriores al rodaje. Los pies de la muchacha se suceden en el camino, levantando una ligera polvareda a medida que cruza la escena. Alrededor de ella se encuentran dispuestos otro tantos figurantes que completan el plano. Guerrilleros fielmente caracterizados y campesinos absortos en sus labores forman parte de la composición. Ellos son los extras y figurantes. Actores que de forma circunstancial dan vida al ambiente del poblado. La cámara mientras tanto reside en el interior de la Iglesia, rodando una escena en la que Ernesto Che Guevara reivindica entre la población la lucha para la consecución de mejoras sociales. Toda la escenografía montada en el exterior tiene solo como misión mostrar la cotidianidad del momento a través del hueco entreabierto de la puerta, por donde se cuelan las focales de la cámara, recogiendo todo el movimiento que través del figurado lienzo del portaje se presenta ante el negativo……..
El silencio reinante en la plaza, se ve interrumpido ante la indicación del responsable de que la toma ha finalizado. El murmullo regresa a su trono y comienza a reinar de nuevo en la plazoleta de la aldea campillera. El equipo de producción, comienza a preparar la siguiente escena, mientras que los habitantes de Traslasierra, con los pocos curiosos que han conseguido franquear el control establecido por la seguridad, entablan conversación entre ellos. Así una y otra vez hasta que a eso de las 13:45 se da por finalizado el rodaje en esta localización. Una amalgama de figurantes regresan entonces hacia la zona de vestuario; guerrilleros, indígenas y campesinos que una vez acabada la sesión regresan a su verdadera condición y empiezan a comentar temas cotidianos actuales. El contraste entre ropaje y charlas, nos hace volver a la realidad y darnos cuenta que estamos ante una representación.
Entre ellos, nos encontramos a Fernando y María Ide, pareja de inmigrantes colombianos que residen ya desde hace algún tiempo en nuestro pueblo. Ellos serán los encargados de analizarnos los pormenores de esta primera sesión de rodaje de la película de Soderbergh en la zona.
Fernando Valencia Giraldo Y María Ide Calvo Díaz, abandonan su país natal a principios de esta década, poniendo como punto de destino España. Fernando procede de la localidad de Salamina, fonéticamente muy parecida a su posterior destino Zalamea. Tras una breve estancia en Madrid, el cabeza de familia se traslada a nuestro pueblo, para incorporarse a un puesto de trabajo en la empresa apicultora establecida en la Estación Vieja. Allí comienza a desarrollar su vida en su nuevo lugar de acogida, pudiendo por fin al poco tiempo, traer a su esposa a Zalamea. Pasado unos meses nace en nuestra tierra Christian David, del que el orgulloso padre recuerda que es zalameño de nacimiento. Posteriormente consiguen que su otro hijo ,Sergio Andres, se reuna con ellos procedente desde Colombia. La Estación Vieja y posteriormente la Calle San Juan observan como van discurriendo los primeros años de vida de esta familia colombiana dentro de su nueva experiencia zalameña, hasta que el año pasado, Fernando, cambia de empleo, pasando a formar parte de la plantilla de la antigua Zainca, (hoy en día Raices Serranas) Su domicilio pasa a ser entonces la casa anexa a la fábrica de embutidos donde desarrollará funciones de mozo de almacén y de guardia de seguridad de la fábrica.
Fernando Valencia Giraldo Y María Ide Calvo Díaz, abandonan su país natal a principios de esta década, poniendo como punto de destino España. Fernando procede de la localidad de Salamina, fonéticamente muy parecida a su posterior destino Zalamea. Tras una breve estancia en Madrid, el cabeza de familia se traslada a nuestro pueblo, para incorporarse a un puesto de trabajo en la empresa apicultora establecida en la Estación Vieja. Allí comienza a desarrollar su vida en su nuevo lugar de acogida, pudiendo por fin al poco tiempo, traer a su esposa a Zalamea. Pasado unos meses nace en nuestra tierra Christian David, del que el orgulloso padre recuerda que es zalameño de nacimiento. Posteriormente consiguen que su otro hijo ,Sergio Andres, se reuna con ellos procedente desde Colombia. La Estación Vieja y posteriormente la Calle San Juan observan como van discurriendo los primeros años de vida de esta familia colombiana dentro de su nueva experiencia zalameña, hasta que el año pasado, Fernando, cambia de empleo, pasando a formar parte de la plantilla de la antigua Zainca, (hoy en día Raices Serranas) Su domicilio pasa a ser entonces la casa anexa a la fábrica de embutidos donde desarrollará funciones de mozo de almacén y de guardia de seguridad de la fábrica.
Y desde entonces hasta hoy día, donde poco a poco va integrándose en la vida zalameña, participando en distintas manifestaciones culturales y sociales características del viejo pueblo onubense. Y entre ellas, el pasado mes de Julio, surge la más curiosa: Se le presenta la posibilidad de participar en la nueva producción cinematográfica, que tras El corazón de la Tierra, visita consecutivamente la comarca Minera. Hablamos de la película ”Guerilla" del oscarizado director Steven Soderbergh . El hecho de que gran parte del equipo de producción se encuentre alojado en distintos complejos rurales zalameños, provoca que a los encargados de la figuración le llegue información de la existencia de una familia colombiana en la zona, por lo que tras las pesquisas oportunas, la respsonsable del casting se pone en contacto con Fernando invitando a él y su familia para que forme parte del rodaje de la película, como componentes del grupo de figurantes. Fernando y María , no lo dudan y aceptan la invitación. Hay que recordar que en esta ocasión el equipo de casting, ha elegido a los extras entre la comunidad de hispanoamericanos residentes en España. Así ecuatorianos en mayor medida, seguidos de bolivianos, colombianos y algún que otro cubano son el núcleo de población de donde se sacan los figurantes para la producción norteamericana.
Tras este camino y algún tiempo sin información al respecto, el pasado sábado llega el día en el que la familia colombiana zalameña, es requerida para formar parte del rodaje. Tras un importante madrugón la familia se traslada a Traslarierra, para participar en esta curiosa experiencia que se presenta en sus vidas…..” Nos levantamos a eso de las 5 de la mañana, ya que sobre las 7 estaban previstas las pruebas de vestuarios . Una vez allí y una vez terminada la distribución de los trajes pasamos a maquillaje, para incorporarnos ya a las distintas escenas en la que participábamos”….” En principio, yo iba de soldado o guerrillero, pero al final optan por caracterizarme de campesino. A María le visten de igual forma, así como a los niños, e incluso cogen al chico para que intente decir unas palabras en la película, pero Cristhian ante todo el jaleo allí formado se corta y al final no lo hace”... Femando añade....”el pobre sorprendido, sólo sabía abrazarse a mí y decir…papá, papa hay tiros”. Tras un desayuno en el llano donde estaban distribuidas las distintas caravanas y carpas, comienza el rodaje en un clima sobre el que Fernando y María comentan que al principio era muy agradable. No obstante a medida que avanza el día un fuerte calor invade la zona, por los que las condiciones que se le presentan a los extras son más severas. La pareja de figurantes nos recuerda, que la película está ambientada en un otoño-invierno boliviano, por lo que los ropajes son tupidos, agravando las condiciones de calor que existían”…al final hemos pasado mucho calor con los trajes de mangas largas y demás complementos” A las 7:30 de la mañana comienza el rodaje. “…lo que se grababa hoy en Traslasierra son distintas representaciones de campesinos en un pueblo, al que llegan el grupo de guerrilleros comandado por El Che “ Benicio del Toro” y otros líderes de la guerrilla” …Fernando añade…” era sorprendente ver todo el jaleo que había allí formado, con muchos americanos por la zona”. De todas las escenas que se ruedan allí, María pone especial énfasis en varias ellas…” una de las que más nos ha llamado la atención era la de un saqueo a una casa campesina por parte de la guerilla en busca de víveres. El Che le comenta que el pueblo se los pagará con creces, ante las protestas de los inquilinos. Otra que también ha sido muy interesante es una en la que el Che se aproxima a un grupo de niños a un lado de la Iglesia de Traslasierra y empieza a juguetear y a hablar con ellos, Benicio se pone a hacer fotos al grupo e incluso le pasa la camara a los niños, para que inmortalicen el momento” Fernando la interrumpe y habla de otra que evidentemente también ha sido muy llamativa para ellos ”… una de las que más me han gustado más, por motivos obvios, es en la que nosotros salimos, al lado de la sede del correo boliviano, donde estábamos toda la familia, manipulando mazorcas de maíz en el papel de campesinos bolivianos, y otra en la que mi mujer sale en una casa asomándose cuando la guerrilla llega” Tras la consecución de varias escenas se llega a la última del rodaje…” los soldados rodean la iglesia, y en el interior se reúnen hombres y mujeres sin niños. Benicio en su papel, se dirige a ellos prometiéndole que se va a cambiar la historia de Bolivia y se va a terminar con toda la opresión vivida hasta ahora” La Iglesia de Traslasierra, presenta para ello una imagen muy alejada de sus limpios e inmaculados muros, El interior también ha sido modificado, ensuciándose las paredes y creando varios altares, donde se recogen distintas estampas de santos así como muletas y otro tipo de utensilios dejados allí como promesas. Tras esta última escena, María nos comenta que se graba la retirada de la guerrila del pueblo y que se da por finalizada la interesante jornada cinematográfica. “....ha sido todo muy curioso y una experiencia muy bonita e inolvidable. Nos lo hemos pasado muy bien y esperamos que para el próximo rodaje de El Buitrón también cuente con nosotros”…..”siempre que nuestras condiciones laborales no los permitan” matiza Fernando.
La actividad se presenta frenética en el campamento de la productora. Todos los componentes del equipo comienzan con la recogida al instante, mientras que los extras y actores principales, empiezan a despojarse de su piel del séptimo arte . El calor hace de las suyas y las botellas de aguas heladas se convierten en fiel compañero de muchos de los componentes de este circo ambulante. Llega la hora de la despedida y Fernando no quiere dejar de aprovechar la ocasión para agradecer a Zalamea la gran acogida que le han dado a él y su familia. Así agradecen a Cirilo, a Dolores de El Buitrón, Juana, y Vicente Zarza la gran ayuda prestada durante su estancia en nuestro pueblo…..” y a muchas personas más que harían la lista interminable” …”por favor no dejéis de ponerlo, queremos que sepan que nuestro agradecimiento hacia ellos y Zalamea es muy grande” Dicho y hecho. Tras despedirnos, procedemos a recorrer el camino que nos separa de nuestro coche, acompañados del párroco Cirilo que nos comenta impresiones del rodaje, a través del artificial camino de arena, que en poco tiempo, desaparecerá dejando germinar de nuevo la antigua capa de asfalto. Y es que el mundo del cine es magia en estado puro. Transforman parajes a su antojo haciendo realidad lugares e historias que ninguna de nuestras mentes hubiera imaginado que se podían haber desarrollado en nuestro entorno. Y si no que se lo digan a Fernando, María y su familia que desde Colombia han viajado a Bolivia, pasando por Zalamea.