miércoles, 2 de abril de 2008

Del terreno

“El gurumelo zalameño”, una especie que debido a las adversidades meteorológicas está disminuyendo considerablemente, tiene algunos momentos memorables y hacen que su búsqueda por el término se convierta en un placer indescriptible.


El pasado domingo, un onubense con familia en Zalamea quiso salir al campo para realizar una de sus mayores aficiones, buscar gurumelos en Zalamea la Real. El año no ha sido bueno para el campo, y en especial para el desarrollo del gurumelo zalameño. El tiempo seco y las heladas de los últimos meses han hecho que nuestro preciado tesoro no pueda desarrollarse en toda su plenitud.

Sobre las 12:00 de la mañana, José Manuel Romero estaba haciendo su habitual recorrido buscando el sitio más propicio, pero algo le hizo ese día cambiar sus pasos; intuitivamente giró una encina en sentido inverso a como lo hacía siempre, y tras varios pasos se encontró este maravilloso gurumelo de 565 gramos. La cosa no quedó ahí, ya que alrededor de este ejemplar había un reguero de cucharritos que sirvieron para completar la cesta por completo.