jueves, 17 de noviembre de 2005

Un mes de viaje

30 días han pasado desde la puesta en marcha de este experimento, un mes lleno de sorpresas que nos han asaltado en formas de unos y ceros. Un camino en el que hemos recorrido lo previo. Ninguna expectativa teníamos entonces, fruto de lo casual de su nacimiento. Dos conversaciones con amigos; una navegación sin rumbo por la red, y la visión del velero a lo lejos. Las limitaciones de conocimientos de programación web que adornaban nuestros nociones fueron superadas por el descubrimiento del formato por el que ahora discurre la información. El blog, tan de moda, se convertía en el velero sobre el que embarcarse por las confluidas aguas de la red. Nuestras ilusiones ya tenían un soporte por el que discurrir. Pero simplemente teníamos lo básico. Faltaba lo más importante, la información, las opiniones, el sentir de un pueblo y he aquí donde nos abordó la sorpresa… En apenas tres semanas de ruta, se han acercado a estas páginas más de dos millares de visitas. La primera semana no se contabilizó estos vagabundeos, por lo que la cifra es irreal en defecto. Claro está, no todas estas visitas han correspondido a usuarios distintos. En términos generales se ha tenido un público fiel de entre 40 y 100 personas, dependiendo del día. Canadá, E.E.U.U., Uruguay, Argentina, Portugal, Reino Unido, Bélgica, Alemania, Polonia, Hungría, India, Korea, Singapur…han sido los puertos en los que ha atracado el velero de "la otra mirada". España ha sido su puerto nodriza. De esta manera, Zalamea, ha estado paseándose por el mundo durante estos últimos 30 días, aunque sólo sea su vocablo ya que muchos curiosos habrán entrado y salido sin aposentarse en el interior de las páginas del Diario. Y por eso lo contamos, porque nuestra sorpresa así lo exige. Y por eso lo celebramos, porque no sabíamos la consistencia del barco y ya lleva un mes de viaje.


Pero no todo va a favor del viento, que aunque sopla, no hace navegar la nave por sí sola. Y es que para que se cumpla el objetivo del Diario es necesaria la colaboración de todos. Si entre unos cuantos no erigimos en la mano de obra del velero, mal van las cosas. La visión plural necesita de la participación de la colectividad y son estos víveres los que han escaseado en la expedición. Muchas han sido las personas que han aportado sus pensamientos o su visión de la realidad a esta nuesta bitácora, pero muchos más han sido las zonas que se han quedado sin explorar. Grandes lagunas de información se han ido acumulando en este primer mes de viaje. Y hay que ser crítico con ello y por eso lo decimos. Cuantas más personas, más plural será la información. Y hacia tal reto ponemos rumbo este mes, un rumbo que necesita de la fuerzas de todos para arribarlo.
Y si naufragamos en el intento podremos decir que lo hemos intentado. Así que permítannos un ataque de egocentrismo y que celebremos esta pequeña efemérides, porque para nosostros ha supuesto toda una sorpresa. Gracias a todos y he aquí vuestro "velero".