El portavoz de Ecologistas en Acción de la zona, Juan Romero, ha recordado con "tristeza" aquel "trágico suceso" que arrasó 35.000 hectáreas de paisaje, vegetación natural y cultivos forestales; acabó con la vida de dos personas tras quedar atrapadas en su vehículo por el fuego; un herido; varias viviendas y explotaciones agroganaderas calcinadas, y más de 1.000 personas evacuadas precipitadamente a lugares más seguros y acabó con "los sueños y medios de vida de pueblos, para los que el monte aún supone un componente fundamental de sus economías".
En este sentido, Romero ha insistido en que, aunque "la naturaleza es fuerte y parte se va regenerando sola con el paso del tiempo" por parte de la administración, tales como "sacar a flote el sector del corcho, del que vivía gran parte de la población; realizar un seguimiento de la zona que se ha ido regenerando y sembrando, pues gran parte se ha secado, y los permisos para cambiar montes de eucaliptos por montes de alcornoque".
Recordemos que tras el incendio se crearon infraestructuras en la localidad de El Berrocal, tales como el Centro de Interpretación del Río Tinto o una residencia para mayores, que "se han quedado parados".
Cabe recordar que el único acusado de haber provocado este incendio, que causó la muerte de F.C.F y L.C.P, que circulaban en ese momento por una carretera cercana, fue declarado inocente ante la falta de pruebas.
Durante el juicio, el letrado defensor del acusado, Francisco Lagares, ya solicitó una sentencia absolutoria para su cliente, ya que consideró que cuando se produjo el fuego "hubo prisas" para encontrar a un culpable, indicando además que de todos los testigos "nadie manifestó haberlo visto en los focos del incendio y dicen de forma espontánea que éste no tuvo nada que ver".
En este sentido, aseguró que todas las pruebas testificales confirman que su cliente "no sólo no fue autor de los hechos sino que no pudo serlo porque estaba en casa cuando se produjeron los distintos focos del incendio".
CONSECUENCIAS "INCALCULABLES"
Según el escrito de la Fiscalía, las consecuencias ecológicas fueron "incalculables", ya que se perdieron los hábitat de muchas especies autóctonas, tales como el eucalipto, el pino mediterráneo, la encina y el alcornoque. Igualmente, resultaron afectadas diversas especies animales como el jabalí, el ciervo y el zorro, ascendiendo los gastos de extinción ascendieron a 1,9 millones de euros.
El informe explica que los tres primeros focos del incendio pudieron ser controlados rápidamente, excepto el cuarto, provocado en el pinar del camino posterior de la barriada Los Cantos, que se extendió, resultando afectados los citados términos municipales onubenses y sevillanos.