Francisco José Sánchez García
Pregonero Semana Santa 2013
A través de estas líneas quiero expresar mi orgullo por haber sido elegido, sintiéndome apoyado, querido y arropado. Quiero expresar mi sentir por lo afortunado que soy de haber nacido en este trocito del mundo llamado Zalamea y a la vez de poder compartir con todo mi pueblo mis anhelos, mis sentimientos y Mi Pasión.
Del mismo modo que el amor crea ilusiones, presentaré mi pregón ante presentes y ausentes, confiado que con mi intervención llenaré algún apartado rincón de los corazones que allí se encuentren, en ese marco inconfundible y para mí único que es mi Iglesia Parroquial. Allí mis padres comenzaron a escribir la historia de este humilde cristiano. Allí poco a poco fui creciendo en cuerpo y espíritu influenciado por los mensajes de Fe impulsados por D. Andrés y después por D. Manuel Cirilo. Allí recibí a Cristo por primera vez embriagado de responsabilidad y respeto. Allí confirmé mi Fe en una tarde otoñal impregnada de recuerdos. Allí me uní ante Dios y ante Mi Virgen a la mujer de mi vida dándole sentido a la misma. Allí mis hijos recibieron su bautismo en una noche de Pascua renovando y reforzando mi Fe en Cristo Resucitado, sin el que nada tiene sentido. Allí mi pequeña princesa recibió su Primera Comunión y fui certificando el paso implacable del tiempo viéndola crecer física y espiritualmente. Allí con el aliento entrecortado, el alma destrozada en mil pedazos y la voz rota dije Adiós por última vez a mis queridos padres. Allí mi corazón se olvida de su existencia y se abandona a la paz espiritual de la Divina presencia de Dios. Y es allí donde mi vida transcurre abrazándose a los recuerdos y anhelos de tiempos pasados y venideros, donde mi cansada alma reposa en los brazos de la esperanza de seguir caminando por senderos correctos guiado por el Mensaje del Salvador. Allí de vez en cuando se detiene el tiempo y, sentado en uno de sus bancos, me dispongo a devorar con mi mirada cada uno de sus rincones, a oler cada una de esas fragancias hasta saciarme por completo. Y por unos instantes que son sin duda refresco insaciable para seguir caminando, repongo las fuerzas a veces ya agotadas, y apoyándome en Ti continúo mi caminar.
Y será allí donde mi pregón estará repleto de ilusión por querer, poder y serlo. Ser fiel a Zalamea y a su historia, será allí donde con los nervios a flor de piel y delante de Dios y de mi pueblo, comenzaré a expresar mi sentir intentando conmoveros y hacer el ejercicio que hasta ahora me ha supuesto más dificultad en mi vida: Expresar con palabras sentimientos que quizás sean imposibles de definir.
Es mi intención hacer las cosas lo mejor que sé y que puedo, con la ayuda de Dios y de su Santísima Madre espero no defraudar a nadie, y es mi deseo que en ese pórtico celestial del Domingo de Pasión podamos vivir todos juntos momentos inolvidables y cargados de emociones, para con ello, sentirnos aún más orgullosos de lo nuestro.