domingo, 4 de noviembre de 2012

Lección de fútbol para revertir la situación

 Campillo CF 2 - 2 Zalamea CF

Tras el duro varapalo del pasado jueves en casa, cayendo derrotado por 3 – 6 frente al Mazagón; el Zalamea CF se ha rehecho en la tarde de hoy para dar buena muestra del potencial que atesora. El resultado final 2 – 2 no refleja la superioridad zalameña frente a un Campillo que terminó perdiendo tiempo y en su área. 

La aventura del Zalamea CF en Preferente está siendo más complicada de lo esperado, y tanto el equipo como la afición andan algo alicaídos. Los resultados no están acompañando al buen trabajo planificado desde los meses de verano y los ánimos están tocando fondo. Hay que significar, y así lo conocen los aficionados que vienen siguiendo al equipo jornada tras jornada, que en muchas ocasiones la fortuna o las decisiones arbitrales han sido determinantes para que los de Rocha no sumen más puntos en su casillero. Pero, por otra parte, habría que hacer autocrítica para extraer ciertas actitudes que están mermando el juego del equipo. Una plantilla consolidad desde hace dos años y con refuerzos que han venido a mitigar ciertas carencias, debería de saber competir a estas alturas en situaciones no siempre favorables y frente a rivales que cuentan con plantillas de cierto nivel futbolístico. Otros componentes negativos que podríamos extraer de lo visto, son las constantes rotaciones que se están realizando desde el comienzo de la competición, un baile de marcas que no están favoreciendo el buen trabajo heredado de años anteriores y que en determinados momentos están haciendo que algunos jugadores pierdan la confianza. 

No era fácil la papeleta del equipo zalameño en la tarde de hoy tras la derrota encajada el pasado jueves, y más cuando al tres de partido el Campillo hacía el 1 – 0 tras una serie de rechaces en el área rojilla. El equipo blanquiazul, que ha mejorado su plantilla con respecto al año pasado, sigue jugando un fútbol ramplón y encauzado en aprovechar las segundas jugadas tras surtir de balones a sus dos experimentados puntas. 

Pero olvidándonos del partido jugado el pasado jueves en casa frente al Mazagón con inusual derrota por 3 – 6, y el tempranero gol campillero para poner las cosas más difíciles; habría que destacar la mejoría experimentada hoy por el cuadro zalameño para merecer la victoria. Los de Rocha saltaron al campo con actitud positiva, compromiso y solidaridad. Con estas tres premisas se pusieron a jugar al fútbol, y en estas lides, pocos equipos de la categoría lo igualan. El Zalamea CF es de esos equipos atípicos de categoría Regional que juegan con toque y raseando el balón desde la retaguardia. Con paciencia logró la igualada a pocos minutos de concluir la primera mitad meced a un buen centro que buscaba el remate de Pablo Matilla en el segundo palo. Con el 1 – 1 en el marcador se llegó al descanso.


Tras la reanudación el Zalamea siguió mandando en la parcela ancha con el excelente trabajo que realizaban tanto Rubén como un colosal Dani, que volvía al once. Josep por banda izquierda y Pirulo por la derecha eran una autentica pesadilla para la zaga campillera y el dominio era aplastante. Juego trenzado que hacía que el Campillo corriera detrás del esférico una y otra vez. Fruto de la presión visitante llegó el 1 – 2 al marcador obra de Josep tras botar un libre directo decretado por el árbitro en la frontal del área. Golazo que ponía al Zalamea por delante y culminaba una remontada más que merecida por lo visto en el terreno de juego.



El dominio zalameño prolongó en los minutos sucesivos, e incluso hizo méritos más que sobrados para poner más tierra de por medio; pero a 10 minutos de la conclusión un resbalón de Rafa bajo palos cuando iba a atajar el esférico propició que el Campillo consiguiera el tanto del empate. Mala suerte y fatal desenlace para un partido que deberían de haber supuesto los tres puntos para el Zalamea; que no se conformó con el 2 – 2 y se fue en busca de la victoria con un Campillo agazapado y perdiendo tiempo delante de su parroquia. 

En definitiva, una nueva lección de futbol en feudo campillero y que tiene que servir para levantar la moral de un equipo con el suficiente potencial como para revertir la situación actual.