El escenario político que nos
hemos encontrado después de las Elecciones Legislativas del pasado 20 de
Diciembre, está dejando una resaca electoral en los gobernantes, aspirantes a
gobernar y en una buena parte de los dirigentes de los 4 partidos políticos que
decidirán como se va a gobernar este país en los próximos cuatro años, que como
no se calmen, analicen y piensen un poco antes de volver a hablar, nos veremos
nuevamente todos los ciudadanos a desconfiar de nuestra clase política por no
estar a la altura de resolver los graves y grandes problemas que esta sociedad
tiene.
Gobernar significa situar el bien
común y los interese de la ciudadanía por encima del interés político propio,
escuchando a los tuyos, a los contrarios y a los rivales y nunca sentirse en
posesión de la verdad. Así debe de funcionar un gobierno democrático sin
mayoría absoluta, como sucede en los 24 países de la Unión Europea, de los 28
que la componen.
Las mayorías absoluta ya sabemos
cómo funcionan, aprobando leyes y decretos leyes sin pactar ni negociar con
nadie, como ha pasado en la última legislatura del Partido Popular que nos
impuso a golpe de votos la reforma laboral, la llamada ley mordaza, la ley de
educación, los recortes por decreto en la educación, sanidad y servicios
sociales, le reforma de la ley de enjuiciamiento criminal, el rescate
financiero a los bancos dejando tiradas a las personas, y un largo etc. de disposiciones
legales que se han cargado el Estado del Bienestar que teníamos antes de la
crisis económica.
Lo que han manifestado claramente
con su voto los ciudadanos y ciudadanas de este país el pasado 20-D es, que no
quieren un gobierno con mayoría absoluta. Que lo que quieren y desean es un
gobierno de coalición para que pongan encima de la mesa los principales
problemas que hoy existen y le den soluciones.
Quiero recordar que en la pasada
legislatura hubo un acuerdo entre todos los partidos políticos, a excepción del
PP, lógicamente, de que si tenían en el nuevo parlamento una mayoría
suficiente, procederían a cambiar todas las leyes del anterior gobierno que
tanto daño han hecho a este país. Eso ya
ha sucedido, hay una mayoría altamente suficiente para poder empezar a hablar
en que se ponen de acuerdo y dejar a un lado aquellos aspectos que siendo importantes, no son prioritarios.
Pues bien, dicho todo esto, creo
que sobran intervenciones y declaraciones públicas que no ayudan en absoluto a
crear un buen clima de negociación y de conformación de un nuevo gobierno.
Y empiezo por el partido ganador
de las elecciones, que llevan todos los
días sus dirigentes llamando a la responsabilidad del PSOE, para que se
abstengan y los dejen gobernar por el interés de España. A que juegan estos
señores después de todo lo que han hecho y que han ninguneado a todo el arco
parlamentario durante cuatro años. Este país no debe permitir ni que Rajoy, ni
ningún otro dirigente del PP, siga gobernado nuestro rumbo ni un minuto más.
Por otro lado a mis compañeros de
partido les diría algunas cosas. El resultado electoral, aun no siendo bueno,
si permite afrontar el futuro con bastante optimismo porque el PSOE sigue
siendo el partido mayoritario dentro del ámbito de la izquierda, cuestión que
le permite dar los pasos necesarios para hablar con el resto de formaciones
políticas ideológicamente afines. Pero lo que yo creo que se está haciendo
malamente desde el 21-D, son las incesantes declaraciones que continuamente
están haciendo nuestros dirigentes sobre la política de pactos, sobre lo que
hay y que no hay que negociar, sobre el futuro del Secretario General, etc. ¿Tanto
trabajo cuesta callarse y esperar al debate que se produzca en el Comité
Federal y trasladarle a todo el país y con una sola voz el acuerdo al que se ha
llegado y defenderlo y explicarlo después por todo el territorio?.
Compañeros socialistas, hagamos
en el Comité Federal un debate claro, sin tapujos, ideológico, buscando el
interés de los ciudadanos y ciudadanas de este país, poniendo encima de la mesa
las prioridades que hacen falta para iniciar el camino nuevamente hacia la
sociedad del bienestar, y dejando para una segunda fase, que no renunciando a
ello, el resto de asuntos que están encima de la mesa y que hay que empezar a
darle una solución con el consenso del resto de los partidos políticos. ¡¡ Si
todos los partidos con responsabilidad de gobierno han hablado de una u otra
manera con el entorno de ETA para acabar con la lacra del terrorismo !!, ¿Cómo
no vamos a ser capaces de hablar con el resto de las fuerzas políticas cual es
la solución al problema territorial de España?
También quisiera dar mi opinión
sobre los llamados partidos emergentes, empezando por poner encima de la mesa
las contradicciones que tienen en tan poco tiempo de existencia. Por un lado
Albert Rivera, líder de Ciudadanos se ha llevado toda la campaña electoral
diciendo que no pactaría ni con PP ni con el PSOE, y que estaría en la
oposición cuatro años proponiendo las medidas de su programa electoral. Pues
bien, no le ha faltado tiempo, para ofrecerse como salvador de este país
proponiendo un pacto con el PP y el PSOE para salvar España. Yo creo que
líderes como este deberían pasar unos cuantos años haciendo su propia
transición democrática antes de buscar soluciones extemporáneas de gobierno.
Sobre la posición que ha
mantenido Podemos y sus líderes más significativos después de las elecciones,
pienso que también son altamente contradictorias con lo que han expuesto en la
campaña electoral. Por un lado, alguien que quiere negociar nunca pone líneas
rojas de entrada, porque de lo contrario nadie se sentaría a hablar de nada.
Una negociación significa que primero se reúnen las partes, ponen encima de la
mesa sus propuestas, marcan sus prioridades, se acuerdan las coincidencias, se
sigue negociando sobre las diferencias y se termina firmando un acuerdo donde
ganen las dos partes. En una buena negociación no gana ni pierde nadie,
triunfan ambas partes y el acuerdo se dirige y se lidera casi siempre desde la
opción mayoritaria, pero nunca desde alguien independiente al ámbito de la
negociación.
En definitiva, creo que este
período puede ser apasionante y
fructífero para toda la ciudadanía, si somos capaces de estar a la altura política
que nos han demandado con sus votos el pasado 20-D. Sobre todo espero que el
PSOE si lo esté y que defina claramente
el próximo lunes en el Comité Federal la política necesaria, los pactos
adecuados y las propuestas prioritarias para sacar a este país de la crisis
económica que padece, porque esto si es serio y no nos lo perdonara nadie si
fracasamos nuevamente.
Antonio Rachón Flores
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