miércoles, 11 de abril de 2012

Este viernes en el Ruiz Tatay, “Los Viejos no deben enamorarse”

Un grupo de mayores de la Cuenca Minera se suben al escenario para interpretar una divertida obra teatral. “La Batea de los Quince” es el nombre escogido por el grupo para dar nombre a su incipiente asociación.

Este viernes 13 a partir de las 20:30 horas se estrenará en el Teatro Ruiz Tatay la obra “Los Viejos no deben enamorarse”, interpretada por el Grupo Teatral “La Batea de los Quince”.

A instancia de la delegación de Igualdad y Bienestar Social de Huelva y a través del Centro de Día para Personas Mayores de Minas de Riotinto, se formó un grupo de ambos sexos de la localidad para asistir a un taller de teatro, dirigido por una monitora venida de fuera de la localidad minera. El entusiasmo que despertó la actividad entre los vecinos fue tal que acudieron quince personas dispuestas a interpretar hasta obras de Shakespeare.

Este grupo comenzó a trabajar en octubre de 2010 durante dos días a la semana. Los primeros pasos de interpretación estuvieron bajo la batuta de Belén, que les hacía su buen calentamiento para entrar en faena, lo que suponía para ellos más diversión aún hasta que llegó el momento de tener un guión. La obra tenía el título Los Viejos no Deben de Enamorarse, de Alfonso R. Castelao. Todo iba muy bien hasta que, pasados unos meses, llegó a ellos la inseparable señora crisis de manera que la monitora no pudo seguir con el proyecto. Fue entonces cuando a los alumnos o intérpretes se les plantearon dos alternativas, abandonar todo hasta que volvieran tiempos mejores, con el riesgo de que quizás se olvidaría todo lo hecho; o seguir adelante ensayando ellos solos, teniendo en cuenta lo que ya sabía el grupo por las buenas enseñanzas que recibieron.

Finalmente se decantaron por la segunda opción y, a partir de ahí, crearon una asociación con su correspondiente directiva, poniéndose de nombre La batea de los quince por aquello de ser quince los miembros que estaban en el taller. Continuaron sus ensayos periódicamente y con normalidad, y cuando se encontraron con que estaban dispuestos a representar la obra ante el público, ellos mismos se costearon las vestimentas y materiales necesarios, confeccionando la ropa, y pintando y construyendo escenarios. Además, pidieron sus permisos pertinentes para la actuación, prepararon y distribuyeron carteles y llevaron a cabo su gran estreno en el cine teatro Juan Cobos Wilkins de Riotinto.