Aún recuerdo cuando yo era más joven, es decir cuando contaba los 16-20 años que para poder pasarnos un verano fresquito, teníamos que desplazarnos hasta la localidad vecina de Riotinto, que era la única de la cuenca que contaba con piscina municipal. Por aquel entonces la mayoría de nuestros padres no tenían coche, así que para ir y/o venir de Riotinto usábamos los medios más dispares, desde el autobús de Casal, el auto-stop, la bicicleta e incluso, andando, porque teníamos claro que lo importante era el “que” : llegar a la piscina, remojarse y pasárselo bien y no el “como”.
Los tiempos evidentemente han cambiado, no solo porque hoy el desplazamiento no es una cuestión importante, sino porque además las infraestructuras de los pueblos han mejorado hasta el punto que ya casi nadie tiene que desplazarse a otro pueblo para poder disfrutar de unos ratos de baño.
Y muchas veces se nos olvida, tal vez porque el ser humano olvida con demasiada facilidad, que hoy se vive mejor que antes en muchos aspectos, que tenemos a nuestra disposición servicios e instalaciones que hace 25 años, eran impensables.
Y digo se nos olvida a todos, a los usuarios de esos servicios e instalaciones porque, más veces de las que serían deseables se hace un uso incorrecto e insolidario de las mismas y a los administradores que tienen la obligación, porque así lo han decidido voluntariamente, de prestar un buen servicio y velar por su buen uso, porque algunas veces parece que, les importa poco. Y por culpa de éste olvido, ni usuarios ni administradores, valoramos en su justa medida lo que tenemos y lo que es peor, no enseñamos a nuestros hijos a valorarlo.
Me refiero a la piscina municipal y me explico: se cumplen ahora 10 años que llevo utilizando nuestra piscina y en ese tiempo he podido ver de todo: referente a los usuarios, gente que se divierte respetando a los demás y hace un uso razonable de las instalaciones, pero también, y por desgracia, gente que hace lo contrario, no respetan ni las instalaciones, ni a las personas. Y referente a los administradores, decisiones incoherentes y vacías de argumento, vista gorda ante hechos vandálicos (unas veces por dejadez y otras por imposición paternal cuando se trata de menores), poca atención a las reclamaciones de otros usuarios, cambios sin sentido en la organización de los horarios, sin sentido y sin consenso, etc,…
A los usuarios que respetan a los demás, tanto adultos como jóvenes, les doy mis más sinceras GRACIAS por ser un ejemplo a seguir. A los otros, a los que van dejando rastro de su paso todos los días, y no precisamente por sus buenas obras, les pediría que fueran un poquito más cívicos y que si en sus respectivas casas hacen siempre lo que les da la gana, imponiendo su voluntad, por supuesto con el beneplácito de sus padres y madres, aquí no lo van a hacer, porque siempre habremos personas de bien que les vamos a denunciar…..
….. que les vamos a denunciar….., si por parte de los administradores hay un compromiso claro de trabajar para erradicar estos comportamientos, que dicho sea de paso, hasta la fecha ese compromiso ha brillado por su ausencia; estos son algunos ejemplos: el comportamiento bruto en el baño, con saltos, “bombas”, salpicaduras intencionadas, y demás lindeces; el derroche del agua caliente en las duchas; el vandalismo en los servicios; las colillas y basuras en el césped; las hojas de reclamaciones puestas que han caído en saco roto, etc,.. ejemplos que han estado, a lo largo de estos 10 años presentes, y hoy por hoy lo siguen estando.
Por cierto, aún no se ha conseguido reparar el sistema de duchas, que prestan un deplorable servicio, a la vez que consiguen un derroche de energía impresionante.
Para terminar, quiero hacer una observación-advertencia y aportar una idea para el futuro: hoy he estado en la piscina y he visto las obras del polideportivo y de la pistas y, lo digo sinceramente, como no se ponga un buen plan de uso, conservación y funcionamiento desde el principio, parecerán viejas en pocos años, y lo que en principio se ha diseñado para uso y disfrute de los ciudadanos de bien, se convertirá en un sitio nuevo para la discordia, el enchufismo y la polémica. Ese buen plan de uso podría consistir en crear una comisión, formada por representantes de todos los sectores de la población que vayan utilizar las instalaciones y en cuyo seno se tomaran las decisiones en cuanto a horarios, personal, precios, etc,….
Como dice el titulo del artículo, solo es necesario un poquito de “Sentido Común”.
Espero y deseo que mis palabras en éste escrito se tomen como un critica constructiva, ya que con esa actitud han sido escritas. No obstante si alguien se siente molesto decirle que a lo mejor lo está porque ha descubierto que puedo llevar razón; si es así le pediría que reflexionara y me pongo a su disposición para intercambiar opiniones e ideas.
Un cordial saludo.
Rafael López Ramos. Zalamea Julio de 2010