lunes, 18 de diciembre de 2006

Nueva asociación en Zalamea

Con la Sociedad Cultural Gastronómica Zalameña, nace una nueva asociación en nuestro pueblo. Su sede se encuentra ubicada en el antiguo bar Tragaluz, remozado y cuidado por el dueño, es el sitio idóneo y lo suficientemente equipado para albergar esta singular agrupación, que cuenta en su inicio con 31 socios, pero se espera que se aumente el número en las próximas semanas. La idea es disfrutar del buen comer rodeado de amigos y familiares, realizar jornadas gastronómicas y potenciar los productos de la zona.

El origen de las sociedades gastronómicas hay que buscarlo en Gipuzkoa, a mediados del siglo pasado, y más concretamente en su capital Donostia-San Sebastian. El surgimiento de este tipo de asociaciones hay que ponerlo en relación con un declive de las sidrerías como lugar de reunión y esparcimiento y con el trasvase de población del campo a la ciudad.
En efecto, en esta época se produce la industrialización de la capital de Gipuzkoa, atrayendo gran cantidad de trabajadores procedentes del medio rural. En las zonas agrícolas y rurales, era en las sidrerías donde se reunía la gente para intercambiar opiniones y novedades y disfrutar los placeres de la mesa. Ante la falta de establecimientos de este tipo en Donostia, surgen las primeras sociedades gastronómicas, en un principio, como lugar de distracción y recreo para sus afiliados, pero pronto se abrieron, saliendo del interior de sus domicilios y participando en la organización de múltiples festejos que, como hoy en día, aportaban su característico ambiente y buen humor a la capital donostirarra. La primera sociedad donostiarra fue "La Fraternal", fundada en 1843. A partir de esta fecha, fueron popularizándose este tipo de sociedad en la capital donostiarra, y, ya en el siglo XX, extendiéndose por las provincias limítrofes de Álava, Bizkaia y Navarra. Actualmente el fenómeno de las sociedades gastronómicas se ha extendido fuera del ámbito vasco, y las podemos encontrar en Madrid o en cualquier otro punto de España, e incluso en países como Argentina o Uruguay, que cuentan con una importante colonia vasca.
El pasado sábado nos pasamos por su sede para interesarnos por la reunión que estaban manteniendo los socios fundadores, y nos comentaron que de momento se están realizando los estatutos para que la asociación tenga unas bases bien establecidas y un reglamento interno a seguir. De momento ya tienen pensado celebrar, por todo lo alto, la venida del nuevo año en su local.