Santiago Ortiz, director de Befesa Gestión de Residuos Industriales, empresa propiedad de Abengoa que administra el Complejo Medioambiental de Nerva, garantiza en esta entrevista que la crisis no tumbará el empleo en el centro de trabajo ubicado en la Cuenca Minera, reconoce las molestias que causa la instalación a los ciudadanos pero no duda calificar de "modélico" el funcionamiento y desvela que el Ayuntamiento anfitrión recoge anualmente un canon de 800.000 euros por los vertidos de residuos tóxicos y peligrosos que la empresa paga "gustosamente y voluntariamente". Y desvela el 'no' municipal a dos industrias relacionadas con el tratamiento de residuos y polvos de acería.
-Pregunta numérica obligada. Cuántos residuos se han depositado en los diez años de funcionamiento del vertedero.
-Tenemos 972.000 toneladas de peligrosos y 2.136.000 toneladas de no peligrosos. En el último año, 2008, han llegado un total de 241.000 toneladas.
-¿Y su procedencia? Siempre hay polémica pues el vertedero se abrió con la promesa de atender las necesidades de Andalucía.
-De Andalucía proceden 77.000 toneladas, el 70% del las fábricas asentadas en Huelva. Y de fuera 167.000 toneladas, parte de Extremadura y de Portugal, aunque este país acaba de cerrar la frontera a la gestión de residuos en Nerva. Han montado dos plantas iguales a la nuestra por lo que prescindirán de nuestros servicios. Tratarán allí los polvos de acería. Evidentemente lo notaremos en el balance. Como ve no acogemos ni residuos alemanes ni de media Europa como se ha publicado en numerosas ocasiones aunque le digo que la legislación actual nos permitiría traer residuos de otras zonas.
-¿Para seguir trabajando, es esencial obtener la licencia de obras que le ha denegado el Ayuntamiento y que ha terminado en un contencioso con la Administración local?
-En el proyecto inicial se recogía la ampliación. La idea original (pinta en un papel un croquis con el vaso de residuos industriales) era compactar los residuos en el fondo de la vaguada y luego ir rellenando el espacio libre, pero la Consejería de Medio Ambiente nos dice que no, que excavemos. La operación provocó tres millones de toneladas de residuos que dejaron al proyecto básico sin validez. Luego la cota ha permanecido siempre a la misma altura.
-Dónde está el problema entonces.
-El Ayuntamiento dice que se han sobrepasado las 500.000 toneladas de peligrosos y llevamos casi un millón, sin tener en cuenta los permisos concedidos en su día. Ahora subiremos cinco metros en altura y eso nos garantizará por lo menos una década más de residuos peligrosos. Porque en los no peligrosos no hay disputa. Además, la mayoría de los residuos se inertizan y pasan a la calificación de no peligrosos.
-Con tantos argumentos a favor a qué se debe la mala fama del Complejo.
-Creo que no tiene relación con la calidad de la instalación porque es la más moderna que existe y su funcionamiento es especialmente brillante. Desde su inicio hemos invertido 32 millones de euros y seguimos acometiendo mejoras para ganar en seguridad.
-Qué tal se llevan con el Consistorio gobernado por los Independientes.
-Entendemos que causamos molestias y afectamos a la circulación. Pero para Befesa, el Ayuntamiento es nuestro mejor socio. En 10 años hemos pagado 8 millones de euros de canon, a razón de 800.000 euros por año.
-Y la calidad del aire en Nerva.
-Llevamos midiéndola desde que comenzamos a funcionar y se comprobará que es excelente.
-No le parece que ubicar un vertedero de residuos industriales tóxicos y peligrosos a apenas mil metros de un pueblo de más de 6.000 habitantes fue una idea discutible.
-Se eligió bien a pesar de estar tan cerca de Nerva. La gente debería ver ahora lo que era Zarandas antes del vertedero y lo que es hoy. Era un terreno completamente degradado, sacamos los residuos e impermeabilizamos el terreno y cuando nos vayamos la zona estará mejor. El problema de Nerva no está en la instalación sino en lo sucedido: la primera propuesta que se hizo en Huelva fue el vertedero de Gibraleón, desechado tras la polémica ecologista y ciudadana. Luego la Junta apostó por una incineradora en Cádiz y pasó lo mismo. Entonces llegamos nosotros, hicimos las cosas bien y se llevó adelante el proyecto.
-Qué fue de aquellas promesas de instalar en la zona de influencia de la planta industrias alternativas y limpias para generar empleo y diversificación en plena crisis minera.
-Befesa Gestión de Residuos se dedica a tratar residuos no a fabricar bollos de leche. Y sí hemos intentado montar otras instalaciones. Tenemos las sesenta hectáreas del vertedero y otras ochenta para desarrollar nuevas ideas. En su día se propusieron dos nuevos proyectos, uno era para recuperación de polvos de acería. Existe uno igual en Erandio junto a un centro comercial Eroski y otro en Extremadura. El segundo intento fue la planta de valorización energética de residuos y tampoco fue aceptada y eso que en este caso contaba con pronunciamientos favorables de Ecologistas en Acción de Cádiz no de Juan Romero (Berrocal). Esta planta se desarrolla en Cartagena. No es que me queje o me deje de quejar pero no se debe decir que por lo menos no lo hemos intentado.
-Cómo afecta la crisis al vertedero de Nerva.
-De forma importante. La producción industrial ha bajado un 25%, gestionamos un 50% menos de residuos y hay que reconocer que en nuestro centro de trabajo de Palos tenemos en marcha una regulación de empleo temporal. En Nerva trabajan actualmente 40 operarios y otros 50 en diversas obras y subcontratas. Aquí no está previsto tocar a la plantilla porque la planta está dimensionada y hacen falta todos para garantizar las labores de laboratorio o mantenimiento diario.
-¿Tienen algún nuevo proyecto en cartera?
-La crisis hace que se retrase todo. Es momento de defenderse y ser cautos pero creo que para 2010 la situación será más de normalidad. Las dificultades son enormes y por eso hemos paralizado las inversiones previstas.
-Basta con circular por la Nacional 435 para darse cuenta de la bajada del negocio. Lo digo por los camiones. -Se producían unos 1.500 portes al mes. La entrada de camiones ha bajado considerablemente.
Entrevista concedida a Huelva Información.
-Tenemos 972.000 toneladas de peligrosos y 2.136.000 toneladas de no peligrosos. En el último año, 2008, han llegado un total de 241.000 toneladas.
-¿Y su procedencia? Siempre hay polémica pues el vertedero se abrió con la promesa de atender las necesidades de Andalucía.
-De Andalucía proceden 77.000 toneladas, el 70% del las fábricas asentadas en Huelva. Y de fuera 167.000 toneladas, parte de Extremadura y de Portugal, aunque este país acaba de cerrar la frontera a la gestión de residuos en Nerva. Han montado dos plantas iguales a la nuestra por lo que prescindirán de nuestros servicios. Tratarán allí los polvos de acería. Evidentemente lo notaremos en el balance. Como ve no acogemos ni residuos alemanes ni de media Europa como se ha publicado en numerosas ocasiones aunque le digo que la legislación actual nos permitiría traer residuos de otras zonas.
-¿Para seguir trabajando, es esencial obtener la licencia de obras que le ha denegado el Ayuntamiento y que ha terminado en un contencioso con la Administración local?
-En el proyecto inicial se recogía la ampliación. La idea original (pinta en un papel un croquis con el vaso de residuos industriales) era compactar los residuos en el fondo de la vaguada y luego ir rellenando el espacio libre, pero la Consejería de Medio Ambiente nos dice que no, que excavemos. La operación provocó tres millones de toneladas de residuos que dejaron al proyecto básico sin validez. Luego la cota ha permanecido siempre a la misma altura.
-Dónde está el problema entonces.
-El Ayuntamiento dice que se han sobrepasado las 500.000 toneladas de peligrosos y llevamos casi un millón, sin tener en cuenta los permisos concedidos en su día. Ahora subiremos cinco metros en altura y eso nos garantizará por lo menos una década más de residuos peligrosos. Porque en los no peligrosos no hay disputa. Además, la mayoría de los residuos se inertizan y pasan a la calificación de no peligrosos.
-Con tantos argumentos a favor a qué se debe la mala fama del Complejo.
-Creo que no tiene relación con la calidad de la instalación porque es la más moderna que existe y su funcionamiento es especialmente brillante. Desde su inicio hemos invertido 32 millones de euros y seguimos acometiendo mejoras para ganar en seguridad.
-Qué tal se llevan con el Consistorio gobernado por los Independientes.
-Entendemos que causamos molestias y afectamos a la circulación. Pero para Befesa, el Ayuntamiento es nuestro mejor socio. En 10 años hemos pagado 8 millones de euros de canon, a razón de 800.000 euros por año.
-Y la calidad del aire en Nerva.
-Llevamos midiéndola desde que comenzamos a funcionar y se comprobará que es excelente.
-No le parece que ubicar un vertedero de residuos industriales tóxicos y peligrosos a apenas mil metros de un pueblo de más de 6.000 habitantes fue una idea discutible.
-Se eligió bien a pesar de estar tan cerca de Nerva. La gente debería ver ahora lo que era Zarandas antes del vertedero y lo que es hoy. Era un terreno completamente degradado, sacamos los residuos e impermeabilizamos el terreno y cuando nos vayamos la zona estará mejor. El problema de Nerva no está en la instalación sino en lo sucedido: la primera propuesta que se hizo en Huelva fue el vertedero de Gibraleón, desechado tras la polémica ecologista y ciudadana. Luego la Junta apostó por una incineradora en Cádiz y pasó lo mismo. Entonces llegamos nosotros, hicimos las cosas bien y se llevó adelante el proyecto.
-Qué fue de aquellas promesas de instalar en la zona de influencia de la planta industrias alternativas y limpias para generar empleo y diversificación en plena crisis minera.
-Befesa Gestión de Residuos se dedica a tratar residuos no a fabricar bollos de leche. Y sí hemos intentado montar otras instalaciones. Tenemos las sesenta hectáreas del vertedero y otras ochenta para desarrollar nuevas ideas. En su día se propusieron dos nuevos proyectos, uno era para recuperación de polvos de acería. Existe uno igual en Erandio junto a un centro comercial Eroski y otro en Extremadura. El segundo intento fue la planta de valorización energética de residuos y tampoco fue aceptada y eso que en este caso contaba con pronunciamientos favorables de Ecologistas en Acción de Cádiz no de Juan Romero (Berrocal). Esta planta se desarrolla en Cartagena. No es que me queje o me deje de quejar pero no se debe decir que por lo menos no lo hemos intentado.
-Cómo afecta la crisis al vertedero de Nerva.
-De forma importante. La producción industrial ha bajado un 25%, gestionamos un 50% menos de residuos y hay que reconocer que en nuestro centro de trabajo de Palos tenemos en marcha una regulación de empleo temporal. En Nerva trabajan actualmente 40 operarios y otros 50 en diversas obras y subcontratas. Aquí no está previsto tocar a la plantilla porque la planta está dimensionada y hacen falta todos para garantizar las labores de laboratorio o mantenimiento diario.
-¿Tienen algún nuevo proyecto en cartera?
-La crisis hace que se retrase todo. Es momento de defenderse y ser cautos pero creo que para 2010 la situación será más de normalidad. Las dificultades son enormes y por eso hemos paralizado las inversiones previstas.
-Basta con circular por la Nacional 435 para darse cuenta de la bajada del negocio. Lo digo por los camiones. -Se producían unos 1.500 portes al mes. La entrada de camiones ha bajado considerablemente.
Entrevista concedida a Huelva Información.