El nuevo presidente, que recogió el testigo del ex alcalde de Minas de Riotinto, el también socialista José Manuel Delgado (quien no se presentó a la reelección en su municipio en los pasados comicios locales) consideró que el entendimiento y la suma de esfuerzos de los distintos grupos políticos, sindicatos, empresarios y otros actores de la zona es "fundamental" para el desarrollo social y económico de la Cuenca.
En este sentido, frente a la actual tendencia localista que se erige, como corroboran los dirigentes de la zona casi de forma unánime, en freno al avance de una tierra deprimida como consecuencia del cierre de la actividad minera, el nuevo mandatario de la Mancomunidad añadió que su objetivo primordial será profundizar en la vertebración de la comarca. Para ello, según se comprometió, reactivará la figura del Consejo para el Desarrollo Social y Económico de la Cuenca Minera.
Al margen de la puesta en valor del patrimonio como complemento económico, la potenciación de sectores emergentes como el de las energías renovables, la formación y las políticas activas de empleo, Vicente Zarza hizo hincapié en la necesidad de dar nuevos pasos en materia de infraestructuras y, en consecuencia, mantener un diálogo fluido con las administraciones provincial, regional y central.
El desdoble de la carretera N-435, la mejora de las conexiones interiores de la Cuenca y el anhelado polígono industrial comarcal son, desde su punto de vista, esenciales.
Una dirección similar tomaron las palabras del portavoz del Giner y alcalde de Nerva, Domingo Domínguez, quien ve en la diversidad de una Mancomunidad en la que se hallan representadas todas las fuerzas políticas una oportunidad para un consenso que favorezca la defensa de la idea de comarca.
Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Zalamea la Real, Marcos García, abogó por que el PSOE "democratice" la Mancomunidad e invitó a este partido a incluir al resto de grupos en el equipo de gobierno "para trabajar todos juntos hacia el progreso".