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Muchas son las referencias arquitectónicas de gran calado con que cuenta el
patrimonio inmueble de Zalamea la Real. Su imponente conjunto Torre- Iglesia se ensalza como baluarte de todo este elenco zalameño de piedra e historia. A su majestad le siguen, no sin ser menos importantes, las ermitas que desde hace siglos lucen en nuestra localidad, sean éstas, las de San Vicente, San Blas, San Sebastián y Santo Sepulcro. Todo este grupo histórico – artístico hace que
Zalamea la Real presuma de bellos y emblemáticos rincones en su casco urbano. Desde hace unos días, podemos añadir a nuestro patrimonio una nueva
belleza arquitectónica. No tanto por su historia, ya que comienza a escribirse ahora, sino por su imponente majestuosidad, apreciamos en la ya de por sí imponente
Casa de Hermandad de El Romerito, la culminación de su edificación: dos imponentes cúspides a imagen y semejanza de la propia Torre de Zalamea hacen de este edificio uno de los lugares señoriales de este viejo pueblo.