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Navidades dulces para un Zalamea poderoso que ha conseguido números para sacudir las estadísticas más polvorientas. Tras el relevo en el banquillo y la aparición de Rocha como entrenador del equipo, la plantilla ha alcanzado una magnitud estratosférica y los resultados vienen siendo más que positivos para un club que está a punto de llegar a los 100 años (2014).
Para despedir el año, el equipo consiguió un meritorio empate en un feudo complicado y ante un rival que siempre se le ha atragantado a la escuadra zalameña. Los de Rocha tuvieron que ponerse el mono de trabajo y bregar sobre un albero en mal estado para conseguir un punto muy significativo para la moral de la plantilla, ser campeones de invierno y postularse como el equipo más fuerte de la categoría.
En los próximos días el club realizará su cena de Navidad para que, por unas horas, convivan directiva, cuerpo técnico y las dos plantillas. Navidades dulces que servirán para brindar por el ascenso.