viernes, 30 de octubre de 2015

Policías locales de la provincia se niegan a trabajar en Riotinto

Los cinco agentes de la localidad se encuentran de baja y al Ayuntamiento le resulta imposible recurrir a efectivos foráneos.

El fuerte conflicto existente entre el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Minas de Riotinto y el cuerpo de la Policía Local no sólo ha provocado que los cinco agentes que componen la plantilla, todos excepto el oficial jefe, se dieran de baja laboral, sino que, además, está impidiendo que el Consistorio riotinteño pueda recurrir a efectivos policiales de otros municipios. La Policía Local de otras localidades de la provincia se han negado a prestar sus servicios en Riotinto en solidaridad y apoyo a los cinco miembros del cuerpo municipal de la localidad andevaleña, por lo que al Ayuntamiento riotinteño le está resultando imposible garantizar la presencia policial en las calles.

Desde el pasado 2 de octubre, cuando la localidad se quedó sin efectivos de la Policía disponibles, el Consistorio sólo ha podido recurrir en una ocasión a dos agentes de otro municipio, concretamente pertenecientes al Ayuntamiento de Lepe. Eso ocurrió en la jornada del 7 de octubre, día de la Procesión de la Patrona, la Virgen del Rosario. Desde entonces, el equipo de gobierno del Partido Popular ha intentado tirar de policías de otros municipios en más ocasiones, como el miércoles y viernes de la semana pasada, 21 y 23 de octubre, pero la empresa resultó imposible.

La negativa de los agentes a prestar servicio en Riotinto se produce después de que el sindicato CSIF haya mostrado su apoyo a los cinco policías de la localidad minera onubense en el conflicto que mantienen con el equipo de gobierno municipal del PP. Desde la central sindical, según ha podido saber este periódico, han solicitado a los agentes de toda la provincia que no atiendan las solicitudes de refuerzo que provienen del Ayuntamiento de Riotinto, al tiempo que han hecho saber que muchos compañeros ya se han negado a realizar servicios en la citada localidad.

El fuerte conflicto desatado entre el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Minas de Riotinto y el cuerpo de la Policía Local tuvo su momento culmen tras el pasado 26 de septiembre, en plena festividad de La Esquila, cuando la alcaldesa del municipio, Rosa Caballero, desautorizó y criticó, a través de un Bando municipal, la actuación policial llevada a cabo por sus propios agentes. En concreto, la Policía Local del municipio interpuso en una sola noche hasta 26 denuncias, todas ellas por el estacionamiento de vehículos encima de la acera de la calle Santa Bárbara, una vía en la que los conductores han aparcado así desde siempre para permitir la circulación en la vía.
La regidora del PP consideró que aquella actuación policial obedecía a una medida de protesta de los agentes contra una serie de decisiones del Ayuntamiento que no eran de su agrado, si bien posteriormente trascendió la existencia de una Orden de Servicio, firmada por la Alcaldía sólo tres días antes, en la que se ordenaba a los efectivos policiales a denunciar todas las infracciones que se produjeran y se les advertía de que podrían ser expedientados por falta grave si no cumplían con esa obligación.

La citada Orden de Servicio puso en entredicho la versión de la alcaldesa, quien una semana después de aquello se encontró con que los únicos dos agentes de que disponía se daban de baja laboral. Otros dos ya estaban en esa misma situación y otro, que estaba de vacaciones, siguió después los pasos de sus compañeros nada más incorporarse de su permiso vacacional.

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