Un programa europeo simula en Riotinto una misión humana a Marte con pruebas de robots, módulos y trajes espaciales Está coordinado por el Centro de Astrobilología.
La Cuenca Minera onubense, por donde transcurre de norte a sur el río Tinto, objeto de múltiples investigaciones de científicos internacionales desde hace años, se ha convertido durante estos días en el centro de atención de todas las miradas: expertas y curiosas. Los ensayos de exploración marciana que se encuentra desarrollando en la zona de Zarandas el equipo del proyecto Moonwalk, integrado por miembros de diferentes nacionalidades, ha despertado un interés inusitado por la conquista de nuevos mundos.
"Today, Mars. Tomorrow, the stars". Esta bien podría ser la frase elegida por el primer ser humano que pise en un futuro el planeta Marte. Pero "Hoy Marte. Mañana, las estrellas", por ahora, tan solo es la frase con la que una niña madrileña de 7 años, Guadalupe Maíz López, se ha ganado el derecho a compartir una extraordinaria experiencia con el equipo del proyecto espacial Moonwalk que el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) se encuentra coordinando durante estos días en la zona de Zarandas, en pleno corazón de la Cuenca Minera de Riotinto.
Al igual que Maíz, ganadora del concurso organizado por el Centro de Astrobiología, CAB, Asociado al NASA Astrobiology Institute, en el que han participado cientos de niños de diferentes países europeos, podrán hacer hoy domingo cuantas personas lo deseen, previa inscripción en la web del proyecto, gracias a la jornada de puertas abiertas que se llevará a cabo en la zona de ensayos que se abrirá al público y en la que se realizará una actividad de divulgación por la mañana. La expectación es total.
Los trabajos del equipo formado por una treintena de personas, entre científicos, investigadores, astronautas, psicólogos, militares, sanitarios y técnicos, han sido muy intensos. Durante estos días se han sucedido largas jornadas que están empezando a dar sus frutos. Los primeros ensayos de exploración marciana fuera del hábitat Shee, con el traje espacial Gandolfi 2 y el robot Yemo, han resultado ser todo un éxito, logrando establecer una comunicación exitosa con el Centro Internacional de Control de la Misión en Bruselas y los astronautas que pudieron desarrollar la simulación correctamente.
Para el investigador del Centro de Astrobiología, CAB, Víctor Parro, coordinador del proyecto, Víctor Parro, se trata de la culminación de un trabajo de tres años que determinará los procedimientos a seguir en futuras expediciones marcianas. "Hemos simulado de forma exitosa la ejecución de diferentes tareas de exploración realizadas en perfecta coordinación entre nuestro astronauta y su robot en una misión extravehicular con el objetivo de evaluar la eficiencia de una futura misión a Marte", aclara.
En este proyecto, la comunicación entre el hombre y la máquina es fundamental. "Hay tareas que solo se pueden hacer de forma conjunta y coordinada entre el astronauta y el robot. Ayer mismo pudimos comprobar como el robot pudo ascender por una pendiente inaccesible para el astronauta gracias a las indicaciones gestuales que éste le fue ordenando con su brazo. Se trata de que ambos puedan ayudarse mutuamente en situaciones en las que por si solos no podrían salir adelante", destaca.
Huelva Informacón